Donald Trump, junto con sus hijos, lanzó un nuevo proyecto de criptomonedas llamado World Liberty Financial (WLF). La compañía lanzó una venta de tokens el martes, con el objetivo de recaudar 300 millones de dólares.
Veinticuatro horas después, sólo se habían conseguido 12 millones de dólares, lo que representaba sólo el 4% de los 20 mil millones de tokens que ofrecían.
Pero aunque Trump todavía intenta presentarse como un partidario de las criptomonedas, los ejecutivos de la industria ya no lo creen. Les preocupa que esto empañe aún más la reputación ya dañada de las criptomonedas.
Después de una serie de caídas del mercado y fraudes, lo último que necesitamos es otro fracaso de alto perfil. La participación de Trump, junto con ejecutivos sospechosos, pone a todos nerviosos.
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