En un movimiento sigiloso pero poderoso, los gigantes de las criptomonedas están invirtiendo millones en las elecciones de 2024, ejerciendo una influencia sin precedentes. Los PAC pro-Trump han recaudado $7,5 millones en donaciones de criptomonedas, mientras que los partidarios de Kamala Harris se embolsaron $1 millón en XRP.
Los comités de acción política (PAC) respaldados por criptomonedas están jugando en ambos bandos y gastan 125 millones de dólares en anuncios, sin siquiera mencionar las criptomonedas. ¿Su objetivo? Influir discretamente en las principales contiendas, impulsar regulaciones favorables y cimentar el futuro de los activos digitales en Washington. A medida que las criptomonedas se abren paso en la política, esta puede ser la jugada más estratégica de la industria hasta el momento.