Golden Finance informó que un juez estadounidense desestimó la solicitud de Banq, que se declaró en quiebra el año pasado, porque creía que la solicitud era para proteger a la empresa y a sus ejecutivos de los litigios en curso por parte de los acreedores. Banq y su presidente, Jon Jiles, están siendo demandados por el acreedor N9, alegando que Jiles no cumplió con sus deberes fiduciarios. La jueza Natalie M. Cox, que preside el caso, calificó la declaración de quiebra del banco como una estratagema de "mala fe" para "obtener una ventaja en un litigio pendiente" en lugar de reorganizarse. El juez Cox escribió en su fallo que el procedimiento de quiebra fue una estratagema para proteger a Banq y a su fundador Jon Jiles de las demandas de inversores presentadas por N9, el principal acreedor de la empresa con una participación de 3 millones de dólares. N9 alega que Jiles no cumplió con sus deberes fiduciarios al anteponer los intereses de Prime Trust (del cual es fundador y miembro administrador) a los intereses de Banq.