¡Dejar la dignidad para ganar dinero es el mayor respeto para los adultos!

Lo que puede sustentar la felicidad nunca es un rostro nublado.

1. Entonces, como seres humanos, volvamos a nuestra verdadera naturaleza.

El dinero es la mayor confianza para un adulto.

Mo Yan dijo una vez: "El dinero es la mayor confianza de una persona. Sólo cuando seas financieramente independiente no podrás ver esas cosas descuidadas y no serás arrogante. Sólo entonces tendrás la confianza para mantenerte firme y aceptar". amar y ser amado."

Cuando era joven, pensaba que hablar de dinero era de mal gusto, pero cuando cumplí los cuarenta, entendí realmente que el dinero se necesita en todas partes de la vida, se puede decir que es imposible vivir en un pueblo.

Después de todo, si eres pobre en la bulliciosa ciudad, nadie se preocupará por ti, pero si eres rico en las montañas, tendrás parientes lejanos. Si no lo crees, mira el vino en la copa. y los ricos serán los primeros en ser servidos.

2. Tener dinero es la última palabra.

El escritor San Mao dijo una vez: Las comedias en el mundo no requieren dinero para ocurrir, pero la mayoría de las tragedias en el mundo son inseparables del dinero.

Cuando las personas llegan a la mediana edad, si tienen dinero, no quedarán atrapadas en la vida. Sólo con dinero podrán tener la llamada alegría y felicidad.

Con dinero, puedes comprar una casa y un automóvil, lo que puede mejorar tu estilo de vida; con dinero, puedes brindar mejores condiciones educativas a tus hijos, para que sufran menos con dinero, puedes dejar que tus padres vivan mejor; La vida es un día cómodo en el que no tienes que trabajar tan duro todo el tiempo.

Cuando las personas lleguen a la mediana edad, tendrán la confianza para vivir si tienen dinero. No tendrán que vivir para nada más que para tener miedo.

3. La cara es a veces lo más inútil del mundo.

El Sr. Yang Jiang dijo una vez que estábamos ansiosos por el reconocimiento del mundo exterior, pero al final nos dimos cuenta de que el mundo nos pertenece y no tiene nada que ver con los demás.

Una persona verdaderamente fuerte no tendrá miedo de perder la cara y no le importará lo que digan los demás.

Se prestan más atención a sí mismos, porque su base sólida es su confianza eterna.

Después de todo, ¡lo que puede sustentar la felicidad nunca es una cara empañada!