Las ambiciones de Tesla en materia de vehículos autónomos se enfrentan al escepticismo de los inversores
Tesla presentó recientemente su nuevo vehículo autónomo, el Cybercab, en el evento “We, Robot”, con el objetivo de posicionar al CEO Elon Musk como líder en la industria de los automóviles sin conductor impulsados por IA. A pesar de las promesas de un precio de 30.000 dólares y de futuros lanzamientos, el evento dejó a muchos inversores y analistas descontentos debido a la falta de detalles concretos sobre cómo superar los desafíos de la conducción totalmente autónoma. En consecuencia, las acciones de Tesla cayeron alrededor de un 8%.
El Cybercab y el Cybervan, diseñados para funcionar sin volante ni pedales, se presentaron sin demostrar la tecnología necesaria para una autonomía total. Esto generó inquietudes sobre el progreso del programa de conducción autónoma total de Tesla, lo que generó dudas sobre la preparación de la empresa para lanzar estos vehículos e impactó en la confianza del mercado.
Musk sugirió que la producción del Cybercab podría comenzar antes de 2027, con pruebas iniciales en Texas y California. Sin embargo, los analistas ven importantes obstáculos regulatorios y tecnológicos para ampliar un servicio de este tipo, lo que contribuye al escepticismo de los inversores y a la caída de las acciones.
En contraste, las acciones de Uber subieron casi un 9% debido a que la presentación de Tesla no cumplió con las expectativas. Los inversores creen que el lento progreso de Tesla en los vehículos autónomos le da a Uber más tiempo para mantener su dominio del mercado en el transporte compartido. Este cambio de sentimiento subraya las diferentes percepciones del mercado sobre los futuros roles de las empresas en la conducción autónoma.
La reciente caída de las acciones de Tesla es parte de una volatilidad más amplia para el fabricante de vehículos eléctricos. A pesar del sólido desempeño a principios de año, eventos como el decepcionante lanzamiento del Cybercab y los objetivos de entrega incumplidos han hecho caer las acciones. Si bien algunos analistas siguen siendo optimistas, otros cuestionan la capacidad de Tesla para cumplir sus ambiciosas promesas, lo que deja a las acciones frente a una batalla cuesta arriba para recuperar la confianza del mercado.