Hoy me fui a dormir. Tuve un sueño extraño. En el sueño, vi una persona que también estaba soñando. Me concentré y, de alguna manera, pude entrar en sus sueños. Era como si hubiera traspasado un velo y me encontrara en un mundo paralelo. La persona del sueño estaba soñando con un cardumen de pececitos plateados, nadando en aguas turbulentas. Pero no era una escena pacífica. Alrededor de ellos, tiburones y ballenas acechaban, listos para devorarlos. Y entre ellos, billetes de dólares flotaban en el agua, como si el dinero fuera lo único que importara en ese mundo acuático. Pero lo que más me llamó la atención fue que de los pececitos salían pequeñas gotas de sangre, como si estuvieran siendo devorados vivos.

"Me sentí atraído por la imagen y me acerqué más. La persona del sueño parecía hipnotizada por la escena. Me di cuenta de que era una metáfora perfecta para el mundo de las criptomonedas. Los pececitos plateados eran los pequeños inversores, nadando en un mar de especulación y riesgo. Los tiburones y ballenas eran los grandes jugadores, que se alimentaban de la ingenuidad y la codicia de los demás. Y los billetes de dólares flotando en el agua... bueno, ellos hablaban por sí solos.

"Seguí observando el sueño, fascinado por la profundidad de la metáfora. Me preguntaba cuántos pececitos más se necesitarían para que la ballena de la especulación se saciara. Y si alguna vez podrían escapar de ese ciclo de codicia y explotación. El sueño se desvaneció, pero la imagen siguió conmigo, como un eco que no podía silenciar.