El Tribunal de Arbitraje de Moscú aprobó el miércoles una solicitud de congelación de fondos por un valor de aproximadamente 375 millones de dólares en poder de importantes bancos estadounidenses, entre ellos JP Morgan Chase y Bank of New York Mellon. Esta decisión se basa en una petición presentada por el fiscal adjunto de Rusia con el fin de proteger los intereses financieros del Estado ruso.

La acción legal está estrechamente vinculada a la situación actual con MR Bank, una subsidiaria ucraniana del banco ruso Sberbank. El Banco Nacional de Ucrania ha expresado su intención de revocar la licencia de MR Bank y disolver la entidad para 2025. Las autoridades rusas han expresado su preocupación por lo que afirman que es una expropiación injusta de activos pertenecientes a MR Bank. Como resultado, los fiscales rusos han iniciado demandas contra los reguladores ucranianos y los bancos estadounidenses involucrados, acusándolos de acciones ilegales que socavan los derechos legales de Sberbank.

Según las demandas, los fiscales rusos sostienen que los fondos que ascienden a aproximadamente 122 millones de dólares en poder de JP Morgan Chase y otros 253 millones de dólares almacenados en el Bank of New York Mellon deberían reconocerse como activos de Sberbank. Afirman que estos fondos fueron restringidos injustamente, negando a Sberbank y, por extensión, al gobierno ruso, el acceso a los ingresos y ganancias generados por las operaciones internacionales de MR Bank.

Las demandas subrayan que esta restricción ha tenido un impacto financiero significativo, ya que Sberbank se ha visto privado de una supervisión judicial adecuada sobre su filial ucraniana. Esta falta de control ha limitado de manera efectiva la capacidad de Sberbank para gestionar y beneficiarse de las ganancias de la filial, lo que ha intensificado aún más la disputa entre Rusia y las instituciones financieras involucradas.

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