Bitcoin (BTC) ha subido un 2,4% desde que volvió a probar el nivel de soporte de 59.900 dólares el 3 de octubre, a pesar de enfrentarse a una resistencia inicial de 62.000 dólares. Las ganancias del 4 de octubre se debieron principalmente a factores macroeconómicos, como los datos de empleo de EE.UU., las expectativas de estímulo económico en Japón y las crecientes preocupaciones sobre el sistema financiero estadounidense.

En Estados Unidos, la economía está en auge, pero las condiciones fiscales se han deteriorado. Curiosamente, el dólar estadounidense se disparó hasta alcanzar un máximo de 50 días frente a otras monedas importantes, como el euro, la libra esterlina y el yen japonés.

Históricamente, la relación entre el índice del dólar estadounidense (DXY) y el bitcoin ha estado inversamente correlacionada. Sin embargo, este último movimiento parece desafiar ese patrón.

Índice DXY (verde) frente a Bitcoin/USD (azul). Fuente: TradingView

Una posible explicación de esta anomalía es la "teoría del batido", que postula que el dólar estadounidense está absorbiendo el exceso de liquidez global al ofrecer tasas de interés más altas y mostrar fundamentos económicos más sólidos. Como resultado, Estados Unidos atrae capital de otras naciones, lo que fortalece al dólar incluso cuando los inversores buscan activos alternativos como Bitcoin.

Los datos económicos estadounidenses, mejores de lo esperado, han acelerado aún más esta tendencia. Los datos de nóminas estadounidenses publicados el 4 de octubre mostraron 254.000 puestos de trabajo adicionales en septiembre, lo que superó las previsiones de los economistas. Estas cifras colocan a la economía estadounidense por delante de otras regiones, lo que refuerza la fortaleza del dólar estadounidense.

Al mismo tiempo, las preocupaciones sobre el crecimiento económico mundial se han intensificado tras las señales de Japón sobre un posible estímulo económico. Según Reuters, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha ordenado a sus ministros que elaboren un paquete de ayuda económica.

Se espera que el plan incluya apoyo financiero para los hogares de bajos ingresos y subsidios para los gobiernos locales, lo que marca un cambio respecto de las políticas monetarias anteriores de Japón, que han luchado contra la deflación durante las últimas tres décadas.

El aumento semanal del 9% de los precios del petróleo, impulsado por la escalada del conflicto en Oriente Medio, está aumentando los riesgos de inflación global. Es probable que el aumento de los costos del transporte y la logística impulse los índices de precios al consumidor. Si persisten estos aumentos de costos, los gobiernos pueden verse obligados a inyectar más liquidez en los mercados para evitar una recesión económica.

Futuros del S&P 500 (naranja) frente al petróleo WTI (violeta). Fuente: TradingView

En este entorno, Bitcoin podría beneficiarse de la expectativa de un aumento de la oferta de dinero fiduciario. Sin embargo, sus ganancias podrían verse limitadas por un fenómeno de "huida hacia la calidad", ya que los inversores, recelosos de una posible recesión, buscan refugio en las tenencias de efectivo y en empresas que están bien posicionadas para capear una desaceleración económica.

Bitcoin y el mercado de valores actúan como instrumentos de cobertura

El S&P 500 no suele considerarse un activo que apueste por la aversión al riesgo, pero si tenemos en cuenta los altos márgenes de beneficio y los sólidos balances de las grandes empresas tecnológicas, como Apple, Google y Microsoft, estas acciones se consideran opciones más seguras en comparación con los bienes inmuebles o la deuda corporativa. Esto es especialmente cierto porque los inversores prevén nuevos aumentos de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense en el futuro próximo.

El multimillonario inversor Stanley Druckenmiller ha expresado su preocupación por la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos esté "atrapada" en lo que respecta a nuevos recortes de los tipos de interés, dada la actual fortaleza de la economía estadounidense, según un artículo de Bloomberg. Además, Druckenmiller habría revelado que entre el 15% y el 20% de su cartera está asignada a apuestas sobre el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, según informó MarketWatch.

Rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a dos años. Fuente: TradingView

En este escenario, la compra de instrumentos de deuda se vuelve menos atractiva para los inversores, lo que apoya al mercado de valores y a los activos alternativos como el bitcoin. Más importante aún, han aumentado las preocupaciones sobre el mercado financiero estadounidense debido a un fuerte aumento en el uso de acuerdos de recompra por parte de la Reserva Federal.

Estos acuerdos permiten a las instituciones financieras elegibles intercambiar bonos por efectivo de emergencia, lo que actúa como una válvula de seguridad para evitar la intervención directa en el mercado y al mismo tiempo mantener las tasas de interés bajo control. Sin embargo, los analistas citados por Reuters sostienen que este aumento en los acuerdos de recompra indica que la Fed tiene un margen limitado para seguir agregando liquidez.

Por lo tanto, el desempeño positivo de Bitcoin el 4 de octubre se puede atribuir en gran medida al panorama macroeconómico, a medida que aumentan las preocupaciones sobre las condiciones fiscales de Estados Unidos.

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