El fundador de Silk Road, Ross Ulbricht, ha comenzado su duodécimo año en prisión y ha compartido su determinación de aprovechar al máximo su tiempo. El expresidente Donald Trump se comprometió una vez más el miércoles a "salvar" a Ulbricht, una promesa que reabre viejas heridas y enciende debates sobre las criptomonedas y la justicia.
El miércoles, el expresidente Donald Trump declaró: "¡SALVARÉ A ROSS ULBRICHT!" en Truth Social, reavivando el interés en la historia de Ulbricht y la plataforma que definió el uso inicial de Bitcoin.
El caso de Ulbricht, vinculado al ascenso y caída de Silk Road (un mercado que impulsó a Bitcoin al público en general), siempre ha polarizado las opiniones.
La promesa de Trump reaviva los debates sobre los excesos del gobierno y la visión de descentralización que alguna vez encarnó la Ruta de la Seda.
Esta no es la primera muestra de apoyo de Trump. En mayo de 2024, dijo a los asistentes a la Convención Nacional Libertaria que conmutaría la cadena perpetua de Ulbricht "el primer día" si era reelegido, lo que provocó vítores de la multitud que ondeaba carteles con la leyenda "Liberen a Ross".
Ulbricht, respondiendo al raro momento de optimismo, tuiteó: "Gracias. Gracias. Gracias... Después de 11 años en prisión, es difícil expresar cómo me siento en este momento". Sin embargo, la comunidad criptográfica sigue dividida.
La promesa de Trump de indultar a Ulbricht ha suscitado opiniones encontradas: algunos la consideran un auténtico impulso por la justicia, mientras que otros la ven como un movimiento calculado para ganarse el favor de los partidarios libertarios y de las criptomonedas en su candidatura presidencial de 2024.
Silk Road, lanzado en 2011, fue un mercado de red oscura sin precedentes que utilizaba Bitcoin como su moneda principal para permitir transacciones anónimas, principalmente de bienes y servicios ilegales.
La Ruta de la Seda convirtió a Bitcoin en un nombre familiar, mostrando su uso para pagos descentralizados pero también empañando su reputación como una moneda vinculada al crimen.
Ulbricht, que operaba bajo el seudónimo de "Dread Pirate Roberts", fue arrestado en 2013, su computadora portátil fue confiscada por el FBI y posteriormente fue sentenciado a dos cadenas perpetuas más 40 años en 2015.
Muchos libertarios y defensores de las criptomonedas sostienen que la sentencia de cadena perpetua de Ross fue demasiado punitiva. La consideran no solo un castigo por dirigir Silk Road, sino un ataque a los principios de las finanzas descentralizadas.
El reciente apoyo del candidato presidencial a Ulbricht encaja con su retórica pro-criptomonedas; en el mismo evento libertario, Trump prometió “mantener a Elizabeth Warren y sus matones lejos de su Bitcoin”, un cambio notable con respecto a sus críticas anteriores a las criptomonedas, que alguna vez etiquetó como riesgosas y fraudulentas.
Editado por Sebastian Sinclair