Apple y Google están adoptando estrategias para implementar inteligencia artificial (IA) con el fin de mantener su dominio en el sector tecnológico. Sin embargo, el enfoque conservador de estas empresas podría ser un riesgo en un mercado altamente competitivo.
Veamos todos los detalles a continuación.
El papel de la IA en el futuro de Apple y Google
En el panorama tecnológico en constante evolución, Apple y Google, dos de los principales gigantes del Big Tech, se enfrentan a un desafío crucial: integrar las funcionalidades avanzadas de la inteligencia artificial (IA) para mantener su posición dominante.
Según ARK Invest, firma de inversión dirigida por Cathie Wood, la inteligencia artificial será un elemento clave para el éxito futuro de estas empresas, pero también podría resultar un entorno complicado.
Un reciente informe técnico publicado por ARK Invest, escrito por el futurista jefe Brett Winton, exploró el papel disruptivo de la IA en las estrategias comerciales de Apple y Google.
Winton ha enfatizado que estas empresas tienden a “eliminar el riesgo” de las nuevas tecnologías, lo que permite a las empresas emergentes enfrentar los riesgos iniciales antes de adoptar dichas innovaciones a gran escala.
Por ejemplo, Google lanzó un modelo de lenguaje avanzado recién después de que OpenAI dominara el mercado durante más de tres años. Además, incluso en ese momento, el desempeño de Google estaba por detrás del de OpenAI.
Winton ha comparado la caída de los costes de la inteligencia artificial con la ley de Moore, afirmando en concreto que los costes de gestión de los modelos de IA se reducen a la mitad cada cuatro meses, una velocidad que supera con creces la observada en los semiconductores.
Esta rápida disminución de los costos tiene el potencial de hacer que la IA sea accesible a un número cada vez mayor de empresas, permitiendo que incluso competidores más pequeños desafíen a gigantes como Google y Apple.
El enfoque de las grandes tecnológicas
En cualquier caso, Google y Apple parecen adoptar un enfoque más cauteloso en la integración de la IA. Google, a pesar de haber comenzado a implementar algunos modelos de lenguaje, se ha quedado atrás de OpenAI en términos de rendimiento y costo por unidad.
Apple, por otro lado, aún no ha lanzado un modelo de lenguaje avanzado, pero se espera que debute con productos basados en inteligencia artificial en el otoño de 2024.
Winton ha observado que esta lentitud no significa necesariamente una pérdida de competitividad. De hecho, retrasar la introducción de tecnologías disruptivas podría ser una opción estratégica para evitar el riesgo de lanzar productos con comportamientos impredecibles.
Lo que en consecuencia podría dañar la reputación cuidadosamente construida por estas empresas.
A pesar de esto, Winton expresó su preocupación de que un enfoque tan conservador podría impedir que Google y Apple alcancen el máximo rendimiento con sus implementaciones de IA.
Observó que, si bien estas empresas prefieren tecnologías menos disruptivas, la inteligencia artificial es inherentemente transformadora y no puede limitarse a los modelos tradicionales.
Riesgos y evoluciones
Las tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial, presentan características peculiares.
Entre ellas destacan la importante reducción de costes, la penetración en mercados desatendidos o nuevos y modelos de negocio que muchas veces retrasan su monetización, haciéndolos inicialmente poco atractivos financieramente.
Sin embargo, estas tecnologías ofrecen oportunidades para que nuevas entidades desafíen el dominio de las grandes empresas, creando un entorno competitivo más dinámico.
Según ARK Invest, la inteligencia artificial no solo representa una oportunidad para que los gigantes tecnológicos fortalezcan su control sobre el mercado, sino que también podría abrir la puerta a una nueva generación de empresas listas para aprovechar la ocasión.
La velocidad a la que evoluciona la IA obligará a Google y Apple a actuar con rapidez, de lo contrario corren el riesgo de perder terreno frente a competidores más ágiles.
Winton concluyó señalando que, si bien empresas como Google y Apple intentan equilibrar el riesgo con su reputación, podrían encontrarse en desventaja frente al rápido crecimiento de la IA.
La inteligencia artificial, con su ritmo de evolución sin precedentes, representa un desafío para las empresas establecidas que deben decidir si adaptarse rápidamente o quedarse atrás.
En un mercado cada vez más competitivo y con un desarrollo de IA cada vez más veloz, Apple y Google deben tomar una decisión crucial: adoptar la innovación o arriesgarse a ser superados por otros competidores.
La inteligencia artificial, con su potencial de transformación radical, podría redefinir el futuro del sector tecnológico y poner a prueba la capacidad de innovación de las empresas más grandes del mundo.