Con la importante incursión de Israel en el Líbano, incluido el uso de vehículos blindados y la muerte de líderes de Hezbollah, las tensiones en Medio Oriente han llegado a un punto de ruptura. Este conflicto podría tener un impacto significativo en los mercados mundiales. Consideremos dos escenarios.
El peor de los casos:
Escalada a gran escala con intervención iraní activa y aumento de las tensiones regionales, lo que conducirá a una volatilidad a largo plazo en los mercados de acciones y criptomonedas. En este caso, hay pánico entre los inversores que empiezan a vender activos en masa.
Probabilidad: 70%
Mejor guión:
Desescalada local tras la intervención de mediadores internacionales o el rápido éxito de Israel, que evitará un conflicto mayor. Los mercados pueden caer temporalmente pero luego estabilizarse. En este caso, es mejor preservar los activos mientras se espera la recuperación.
Probabilidad: 30%
Recomendaciones:
Si la situación continúa empeorando, es posible una venta temporal de activos para su posterior reembolso en otoño. Si comienza la desescalada, tiene sentido mantener posiciones a la espera de la recuperación.