En la actualidad, los datos personales de las personas se consideran un bien monetizable, que a menudo se explota sin su conocimiento ni consentimiento. De hecho, este tesoro de información privada se ha convertido en el elemento vital de muchas empresas, impulsando la publicidad dirigida, la investigación de mercado y el desarrollo de productos.
Dicho esto, el precio que se paga por estas comodidades es muy alto. Estudios recientes pintan un panorama preocupante del sentimiento público hacia las prácticas de manejo de datos existentes en la actualidad: un asombroso 60 % de los consumidores cree que las empresas hacen un mal uso rutinario de sus datos personales para su propio beneficio, lo que refleja un profundo sentimiento de desconfianza en la gestión de datos corporativa.
Este escepticismo no es infundado, ya que varias violaciones de datos de alto perfil en los últimos años junto con prácticas opacas de recopilación de datos han erosionado la confianza pública, con un 92% de los estadounidenses expresando preocupación por su privacidad cuando usan Internet. Solo el año pasado hubo una serie de violaciones de datos alarmantes, y T-Mobile sufrió tres ataques importantes en un período de 12 meses, que afectaron a millones de clientes y expusieron información confidencial, incluidos números de Seguro Social parciales.
De manera similar, en India, una filtración masiva expuso los datos personales de 815 millones de ciudadanos, incluidos sus números de identificación social y detalles de pasaportes. Estos incidentes, junto con los ataques a MailChimp, Shields Health Care Group y MCNA Insurance (entre otras empresas), dieron como resultado que la información personal de decenas de millones de personas se filtrara en línea.
La promesa de las criptomonedas de un ecosistema digital transparente
Como la preocupación pública por el uso indebido de datos ha alcanzado un punto álgido recientemente, el sector de las criptomonedas y la cadena de bloques ha surgido como un rayo de luz para muchos, ya que el espíritu fundamental que sustenta estas tecnologías ha ayudado a sentar las bases para una nueva era de propiedad y privacidad de los datos.
Por ejemplo, el Protocolo de Propiedad de Datos (DOP) es un protocolo creado sobre la creencia de que las personas y las organizaciones deben tener control total sobre sus datos: decidir quién puede acceder a ellos, cómo se utilizan e incluso monetizarlos.
Para este efecto, el protocolo aprovecha el poder de la cadena de bloques para crear un marco descentralizado para la gestión de datos, eliminando la necesidad de intermediarios centralizados que tradicionalmente han sido los guardianes, y a menudo explotadores, de la información personal.
Al utilizar contratos inteligentes y técnicas criptográficas avanzadas, DOP garantiza que los propietarios de datos conserven la soberanía total sobre su información y al mismo tiempo permitan compartirla de forma segura y controlada cuando lo deseen.
Superando los límites
Una de las características más innovadoras de DOP es el concepto de “transparencia selectiva”. Como parte de la mayoría de los sistemas blockchain actuales, la transparencia inherente de las transacciones puede ser un arma de doble filo, exponiendo potencialmente a los usuarios a un escrutinio no deseado.
DOP aborda este problema implementando opciones de cifrado dinámico que permiten a los usuarios elegir con precisión quién puede ver sus actividades en la cadena de bloques. Este control granular sobre la visibilidad de los datos representa un avance significativo en el equilibrio entre los beneficios de la tecnología blockchain y la necesidad de privacidad.
Además, al integrar capas de cumplimiento y asociarse con empresas establecidas como Chainalysis y Hexagate, DOP está creando un marco que se alinea con las configuraciones legales existentes.
DOP también ha logrado avances significativos en la expansión de su alcance global y accesibilidad recientemente al integrarse con las principales redes blockchain, incluidas Ethereum, Polygon y X Layer, brindando a los usuarios múltiples vías de participación.
Este enfoque de múltiples cadenas no solo mejora las capacidades de interoperabilidad del protocolo, sino que también permite a DOP aprovechar las fortalezas únicas de cada una de las redes mencionadas anteriormente (como las tarifas de transacción más bajas y la mayor escalabilidad de Polygon).
No solo eso, DOP también se ha unido con varias soluciones populares de almacenamiento de criptomonedas, incluida OKX Wallet, que cuenta con más de 50 millones de usuarios, lo que permite a los usuarios acceder a sus funciones de propiedad de datos y dApp sin problemas mediante aplicaciones de teléfonos inteligentes, interfaces web y extensiones de navegador.
De manera similar, una asociación con Bitcoin.com ha incorporado la tecnología de DOP directamente en su billetera, llegando a decenas de millones de usuarios y mejorando su soberanía de datos.
Desde el punto de vista de la seguridad, el protocolo se ha asociado con HackenProof para establecer un sólido programa de recompensas por errores, que permite a los piratas informáticos éticos (capaces de descubrir vulnerabilidades en la red principal de la plataforma) recibir generosas recompensas.
DOP tiene como objetivo implementarse en todas las principales cadenas de bloques compatibles con EVM, así como integrarse con las billeteras y aplicaciones descentralizadas más comunes de la actualidad, lo que garantiza que sus funciones estén disponibles para los usuarios dentro de las interfaces con las que ya están familiarizados. Esto reducirá significativamente la barrera de entrada para la propiedad de los datos y la protección de la privacidad.
Por último, la visión del protocolo se extiende más allá de la mera protección individual, ya que pretende transformar los datos en una verdadera clase de activo tanto para las personas como para las organizaciones. Al crear un mercado en el que los usuarios pueden cargar, gestionar y monetizar sus datos de forma segura, DOP abre nuevas oportunidades económicas para todos. Ya se trate de historiales médicos, datos financieros o imágenes personales, los usuarios tienen la posibilidad de obtener valor de su información en sus propios términos.
El futuro es privado
De cara al futuro, está claro que las soluciones que ofrecen una seguridad de datos sólida y un control del usuario serán cada vez más demandadas. Por lo tanto, a medida que la conciencia pública sobre los derechos de los datos siga creciendo y las consecuencias de las violaciones de datos se vuelvan más graves (es probable que más del 80 % de las personas afectadas dejen de hacer negocios con una empresa después de un ciberataque), la demanda de ofertas como DOP no hará más que aumentar. ¡Nos esperan tiempos interesantes, por decir lo menos!