En septiembre de 2024, Galois Capital, un fondo de cobertura de criptomonedas que ya no existe, llegó a un acuerdo con la SEC por 225.000 dólares por “fallas de custodia” relacionadas con la protección de los activos criptográficos de los clientes. Aunque la cantidad puede parecer pequeña, las implicaciones para la comunidad de asesores de inversiones registrados (RIA), la industria de los activos digitales y los custodios son significativas.

Este caso marca un momento crucial en la forma en que se regula y se regulará la custodia de activos digitales, y señala la intención de la SEC de llevar la custodia de criptomonedas aún más bajo la jurisdicción federal.

El comunicado de la SEC sobre Galois Capital establece que el fondo de cobertura no se aseguró de que los activos criptográficos estuvieran en poder de un custodio calificado, lo que viola la Norma de Custodia de la Ley de Asesores de Inversión. Galois Capital custodió indebidamente los activos en FTX, que tenía una licencia de fideicomiso del estado de Dakota del Sur y fue considerado "no un custodio calificado" por la SEC.

Cuando FTX colapsó, los clientes perdieron el acceso a sus fondos que estaban mezclados con los activos de FTX.

La regla de custodia de la SEC ha estado vigente durante mucho tiempo para proteger los fondos de los inversores al obligar a los asesores de inversiones a custodiar los fondos y activos con un custodio que mantenga la segregación entre los activos de los clientes y los de la empresa. Durante décadas, esta regla se aplicó principalmente a los activos financieros tradicionales, pero el auge de los activos digitales impulsó a la SEC a destacar su supervisión sobre este nuevo ámbito.

En 2023, la SEC propuso modificaciones formales a la Norma de Custodia para cubrir explícitamente los activos digitales. Si bien estos cambios aún no están finalizados, el caso de Galois Capital demuestra que la SEC ya está responsabilizando a las empresas por no custodiar los criptoactivos a través de un custodio calificado.

El mensaje es claro: los RIA (asesores de inversiones registrados) que gestionan activos digitales deben tomar medidas inmediatas para alinearse con los estándares de custodia de la SEC o enfrentar acciones disciplinarias similares.

Custodios calificados: supervisión estatal y federal

Esto plantea la pregunta de qué constituye un “custodio calificado” en el espacio de los activos digitales. Según la regla de salvaguarda propuesta por la SEC, “un custodio calificado generalmente es un banco o asociación de ahorros autorizado por el gobierno federal o estatal, ciertas compañías fiduciarias, un corredor de bolsa registrado, un comerciante de comisiones de futuros registrado o ciertas instituciones financieras extranjeras (“FFI”)”. Muchas compañías fiduciarias no depositarias afirman en sus sitios web que son “custodios calificados”. Pero muchas no especifican si se trata de una afirmación en virtud de la ley estatal o de la Ley de Asesores de Inversión de 1940/Regla de Custodia de la SEC.

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Lamentablemente, no existe una distinción clara entre las licencias que otorgan el estatus de “custodio calificado” según la ley estatal o federal, ya que depende del custodio cumplir con el umbral prescrito en la Norma de Custodia de la SEC. Lo que es más preocupante, los RIA pueden darse cuenta de que están utilizando un custodio no calificado solo cuando la SEC toma medidas en su contra o cuando el negocio del proveedor de custodia fracasa.

Este fue el caso de Prime Trust, una empresa fiduciaria registrada en Nevada que se promocionaba como custodio calificado desde 2019. En 2023, se descubrió que Prime Trust estaba usando dinero de las cuentas de los clientes para cubrir millones en pérdidas resultantes de una combinación de mala gestión de las cuentas y una caída del mercado. La empresa se declararía en quiebra más tarde. En el ejemplo de Galois, la licencia fiduciaria del estado de Dakota del Sur de FTX quedó bajo el escrutinio de la SEC solo después de que se perdieran los fondos de los clientes.

En última instancia, la solidez de cualquier licencia de custodia depende de la capacidad de los reguladores para supervisar las acciones del custodio, lo que pone la carga de la diligencia debida directamente sobre el RIA.

Lo que los RIA deben hacer ahora

Para los RIA que gestionan activos digitales, el acuerdo con Galois Capital ofrece varias conclusiones claras:

  1. Revise los acuerdos de custodia: los estándares de custodia y las licencias que los respaldan están cambiando. Revise las relaciones actuales para comprender los requisitos que debe cumplir su socio de custodia y la solidez del organismo regulador asociado.

  2. ¿Dónde guardaría su dinero?: Busque custodios considerados el "estándar de oro" a los ojos de la ley, o aquellos que sean responsables de los recursos que las agencias federales aportan.

  3. Reevaluar el riesgo de la autocustodia: conocemos el mantra: ni sus llaves, ni sus monedas. La autocustodia de activos presenta riesgos como el error humano y puede dejar de ser una opción viable a medida que aumenta la supervisión federal.

Si bien el caso de Galois Capital destaca los riesgos potenciales de las prácticas de custodia inadecuadas, también presenta una oportunidad para los asesores de inversiones registrados. A medida que la SEC aclara sus expectativas en torno a la custodia de activos digitales, las empresas que adoptan de manera proactiva el “patrón oro” de la custodia pueden diferenciar sus ofertas de activos digitales para los clientes y, al mismo tiempo, reducir el riesgo de que la SEC tome medidas coercitivas.

Nota: Las opiniones expresadas en esta columna son las del autor y no reflejan necesariamente las de CoinDesk, Inc. o sus propietarios y afiliados.