Estados Unidos ha impuesto sanciones a los sindicatos criminales camboyanos que utilizan operaciones de trabajo forzado para ejecutar estafas de criptomonedas que han costado miles de millones a las víctimas.

Las sanciones tienen como objetivo desmantelar tanto la trata de personas como los esquemas de inversión fraudulentos. El Departamento de Justicia citó la corrupción generalizada y la explotación de las personas víctimas de trata, obligadas a realizar estafas de criptomonedas en línea en duras condiciones.

Los grupos camboyanos perpetraron fraudes de inversión en criptomonedas que contribuyeron a un aumento del 53% en las pérdidas de inversión relacionadas con las criptomonedas en 2023, alcanzando casi los 4 mil millones de dólares, según el Centro de Denuncias de Delitos en Internet del FBI.

Esto se produce tras un aumento constante del fraude en las inversiones en criptomonedas, con pérdidas que pasaron de 1.560 millones de dólares en 2021 a 2.570 millones de dólares en 2022. Si tenemos en cuenta las últimas cifras, el aumento total de 2021 a 2023 representa un asombroso aumento del 154%.

Sin una aplicación más estricta de la ley por parte de los organismos gubernamentales, es poco probable que la trayectoria ascendente se revierta por sí sola.

Erin West, fiscal de Santa Clara, está dando un paso adelante para enfrentar esta creciente crisis. Como figura clave en la lucha contra los estafadores de criptomonedas, West ha destacado la enorme escala del problema. “Hablo con las víctimas todo el día, todos los días; es una montaña de gente”, dijo, señalando la gran cantidad de casos que maneja.

El desafío de combatir las estafas radica en su naturaleza internacional, ya que las víctimas a menudo son defraudadas por organizaciones que operan desde países como Camboya, Laos y Myanmar.

Los trabajadores, atraídos por promesas de empleos legítimos, son objeto de trata y obligados a vivir en condiciones de esclavitud, donde deben llevar a cabo estafas con criptomonedas. “Sólo hay un grupo que está ganando, y es un sindicato internacional del crimen organizado”, dijo West.

Los crímenes no sólo han robado miles de millones de dólares a víctimas inocentes, sino que también ponen de relieve el costo humano, ya que las personas víctimas de trata se ven obligadas a participar en las operaciones.

West agregó que existe un estigma en torno a las víctimas de estafas con criptomonedas que dificulta la presentación de denuncias. “Es un juego de velocidad”, explicó. “Cuanto antes denuncien las víctimas, más probabilidades tendremos de recuperar su dinero”.