El debate de anoche entre Kamala y Trump fue un desastre. Ambos candidatos no dieron en el blanco, y Estados Unidos merece más.
Las afirmaciones disparatadas de Trump: Se desvió hacia lo absurdo, sugiriendo que los inmigrantes “comen gatos y perros”. Esto no solo es ofensivo, sino que es completamente infundado.
Las oportunidades perdidas de Kamala: No abordó temas críticos. Por ejemplo, la inmigración, que se proyecta que aportará 8,9 billones de dólares a la economía en la próxima década, apenas fue abordada.
Cambio climático: Se avecina un aumento del 30% en los desastres climáticos que cuestan 300 mil millones de dólares anuales, pero ninguno de los candidatos tiene un plan claro.
Crisis de la atención médica: Con casi 30 millones de personas sin seguro y los precios de los medicamentos aumentando un 25%, ambos candidatos pasaron por alto soluciones reales.
Desigualdad económica: La brecha de riqueza sigue ampliándose, con un 10% de los estadounidenses controlando el 70% de la riqueza del país, pero ni Kamala ni Trump presentaron una estrategia para abordarla.
Aunque Kamala puede haber superado a Trump en las encuestas posteriores al debate, ninguno de los dos mostró el liderazgo que Estados Unidos necesita con urgencia. Es hora de entablar una conversación real.