El Banco de Canadá redujo su tasa de interés de referencia por tercera vez consecutiva, reduciéndola en un cuarto de punto porcentual al 4,25%.
El gobernador Tiff Macklem explicó que si la inflación sigue acercándose al objetivo del 2% del banco, podrían haber más recortes en el horizonte. Pero, con la inflación todavía en el 2,5%, el crecimiento de la economía ha sido lento y el banco central lo está vigilando de cerca.
La tasa de desempleo ha aumentado hasta el 6,4%, casi dos puntos porcentuales más que su nivel más bajo de hace dos veranos, lo que ha presionado al banco central para que actúe.
Con una elección nacional en el horizonte, la asequibilidad de la vivienda se ha convertido en una gran preocupación para el gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau. El banco central dijo:
“El exceso de oferta en la economía sigue ejerciendo presión a la baja sobre la inflación, mientras que el aumento de los precios de la vivienda y de otros servicios está frenando la inflación. El Consejo de Gobierno está evaluando cuidadosamente estas fuerzas opuestas sobre la inflación”.
Poco después de que se anunciara el recorte de tasas, Trudeau recurrió a X (anteriormente Twitter) para decir que todavía queda "mucho trabajo por hacer para que la vida sea más asequible" para los canadienses. También señaló que este recorte de tasas podría ofrecer cierto alivio a quienes buscan comprar una casa.
Taylor Schleich, estratega de tasas del Banco Nacional de Canadá, dijo que con las tasas tan altas, el banco central aún tiene cierto margen para hacer recortes incrementales sin mucho riesgo.
Schleich advirtió que quizás el próximo año las decisiones podrían volverse más complicadas, pero por ahora el enfoque parece estar funcionando.
Si bien el Banco de Canadá podría optar por recortes mayores si la situación económica empeora, Macklem prometió que:
“Evaluaremos los datos a medida que salgan”.
Tony Stillo, director de economía para Canadá en Oxford Economics, agregó que es poco probable que se produzcan recortes mayores de 50 puntos básicos en esta etapa.
Esto ocurre en un momento en que otras grandes economías también están considerando medidas similares. Se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos reduzca los costos de endeudamiento por primera vez en cuatro años durante su reunión de septiembre.
Los analistas están divididos sobre el tamaño del recorte de tasas esperado: algunos predicen una reducción de 25 puntos básicos y otros abogan por un recorte de 50 puntos básicos.
De manera similar, los bancos centrales de otros países del G7, incluido el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo, ya han comenzado a reducir las tasas porque creen que lo peor de la crisis inflacionaria ya ha pasado.