El 26 de agosto, las autoridades francesas confirmaron la detención de Pavel Durov, el fundador de Telegram, en Francia. Se espera que las autoridades de París emitan un comunicado oficial sobre el asunto el lunes. En respuesta, la Embajada de Rusia en París ha solicitado acceso consular y la protección de los derechos de Durov, aunque, según se informa, los funcionarios franceses no han cooperado.

La situación se complica aún más por la posibilidad de que Francia considere la ciudadanía francesa de Durov como su nacionalidad principal, una postura que podría influir en el proceso judicial. Se estima que Durov, de 39 años, tiene un patrimonio neto de aproximadamente 15.500 millones de dólares, según Forbes.

La detención ha suscitado polémica, ya que funcionarios occidentales acusan a Telegram de ser una herramienta de la inteligencia militar rusa, utilizada para reclutar personas para actividades de sabotaje en toda Europa. Los funcionarios de seguridad europeos también afirman que Telegram es una plataforma clave para difundir desinformación rusa.

En respuesta, los funcionarios rusos han condenado lo que consideran un doble rasero occidental en materia de libertad de expresión. El embajador de Rusia en Viena calificó la detención de Durov como un indicio de las crecientes tendencias totalitarias, mientras que el ex presidente Dmitry Medvedev sugirió que este incidente debería servir de advertencia a los empresarios que estén considerando abandonar Rusia.