Los pseudoambientalistas ponen en la mira la minería de bitcoins e ignoran la huella de carbono de la IA. Lee CoinChapter.com en Google News

NAIROBI (CoinChapter.com)— Las críticas contra la minería de Bitcoin continúan aumentando, y los ambientalistas la califican de dañina debido a su consumo de energía.

Sin embargo, las mismas voces a menudo pasan por alto el impacto ambiental de la inteligencia artificial (IA), que, a diferencia de Bitcoin, ha experimentado un aumento en las emisiones de carbono. La disparidad en el escrutinio plantea preguntas sobre los motivos subyacentes de estos críticos.

Los beneficios socioeconómicos de Bitcoin se ignoran

En 2022, la gobernadora Kathy Hochul firmó una ley que prohíbe las operaciones de minería de Bitcoin que dependen de energía basada en carbono en Nueva York, en consonancia con la postura del Banco Central Europeo (BCE). El BCE describió a Bitcoin como una "tecnología improductiva y de alto consumo energético" que obstaculiza los objetivos climáticos.

A pesar de estas afirmaciones, el consumo de energía de Bitcoin ha disminuido, contrariamente a lo que se dice.

En Malawi, una pequeña comunidad utiliza el excedente de energía hidroeléctrica para extraer bitcoins, lo que le proporciona un ingreso estable y contribuye a la estabilidad financiera. Estos beneficios suelen ignorarse en el debate sobre la huella de carbono de Bitcoin.

Los críticos suelen desestimar estos beneficios socioeconómicos y consideran a Bitcoin únicamente como una amenaza ambiental. El documental The Dirty Coin destaca la batalla entre la minera de Bitcoin Greenidge Generation, con sede en Nueva York, y los ambientalistas apoyados por Sierra Club, mostrando la desinformación que alimenta la oposición.

Esta desinformación conduce a acciones ejecutivas como la de Hochul, intensificando aún más la hostilidad hacia la minería de Bitcoin.

Gráficos del consumo mundial de electricidad y emisiones de CO2 por centros de datos y criptomonedas. Fuente: X

Sin embargo, los datos revelan un panorama diferente. En 2022, la minería de Bitcoin representó una pequeña fracción del consumo mundial de electricidad y de las emisiones de CO2.

Por otro lado, las proyecciones para 2027 muestran que se espera que los centros de datos, incluidas las operaciones de IA, consuman más del doble de la participación eléctrica de Bitcoin y contribuyan más a las emisiones globales de CO2.

Se minimiza el impacto ambiental de la IA

Mientras Bitcoin enfrenta duras críticas, gigantes tecnológicos como Amazon, Microsoft y Meta están expandiendo sus operaciones de inteligencia artificial, a menudo ocultando el daño ambiental. Microsoft informó un aumento del 30% en las emisiones desde 2020 a pesar de sus afirmaciones de utilizar energía renovable.

Estas empresas utilizan certificados de energía renovable desagregados para ocultar el verdadero impacto de carbono de sus proyectos de IA.

Gary Marcus critica el aumento del impacto de carbono de Microsoft. Fuente: X

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe que destaca las crecientes emisiones de carbono de la IA y minimiza el impacto decreciente de Bitcoin. Daniel Batten criticó el informe y sugirió que el enfoque del FMI en Bitcoin podría estar relacionado con su impulso a las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC).

Las críticas a la minería de Bitcoin parecen cada vez más hipócritas si se las compara con el impacto ambiental de la IA. El doble rasero plantea inquietudes sobre los motivos reales que se esconden detrás de la agenda ambientalista, en particular cuando los gigantes tecnológicos e instituciones como el FMI abogan por alternativas que se alinean con sus intereses financieros.

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