Según U.Today, Bitcoin (BTC), la mayor criptomoneda por capitalización de mercado, experimentó una importante caída durante la sesión de negociación del domingo. Esta tendencia a la baja continuó hasta el lunes, cuando Bitcoin alcanzó un mínimo intradiario de $57,663. Al momento de escribir este artículo, BTC había caído un 2.09% en las últimas 24 horas a $59,450, por debajo de su máximo de $62,755 del jueves.

La firma de análisis en cadena Lookonchain señaló que las instituciones parecían haber detenido temporalmente sus compras de Bitcoin, lo que contribuyó a la caída de precios. En un tweet, Lookonchain afirmó: "Las instituciones parecen haber dejado de comprar temporalmente, y el precio de BTC cayó un 4,5% hoy. Notamos que las instituciones dejaron de recibir USDT de Tether Treasury y de transferirlo a los exchanges hace 2 días". Esta observación fue respaldada por datos en cadena, que sugirieron que el fuerte repunte de Bitcoin a $ 62,755 en la sesión de negociación del jueves podría haber desencadenado una toma de ganancias.

Otra empresa de análisis en cadena, Santiment, también intervino y señaló que el breve aumento de Bitcoin por encima de los 62.600 dólares representó un aumento del 25% en poco más de tres días. Santiment añadió que el repentino entusiasmo por la posibilidad de que los precios de BTC alcancen los 70.000-75.000 dólares podría ser una señal importante para la criptomoneda.

La caída del precio de Bitcoin provocó una ola de ventas más amplia en el mercado de criptomonedas durante el fin de semana, ya que los operadores intentaron ajustar sus posiciones antes de una semana ajetreada. Los inversores están especialmente centrados en los próximos datos de inflación, ya que el índice de precios al productor de julio se publicará el martes y el índice de precios al consumidor del mismo mes se publicará el miércoles. Se espera que estos indicadores económicos clave proporcionen información sobre el estado de la economía estadounidense.

Los inversores siguen de cerca los datos de inflación en medio de las preocupaciones sobre si la economía estadounidense podría entrar en recesión y si la Reserva Federal debería haber comenzado a reducir las tasas de interés antes para evitar un aterrizaje brusco. Durante su última reunión, la Fed dejó las tasas de interés estables, pero indicó que era posible un recorte de las tasas en septiembre, dependiendo de los datos económicos relacionados con la inflación y las condiciones del mercado laboral.