En 2013, un amigo y yo estábamos viendo cómo subían los precios y decidimos que, a 200 dólares la unidad, Bitcoin parecía una buena compra. Decidimos “invertir” unos cuantos miles de shekels en él. En aquel momento era difícil adquirir Bitcoin: no se podía conseguir con una tarjeta de crédito. Había varias formas creativas y complicadas de obtener “oro digital”, pero la mayoría eran demasiado complicadas o llevaban demasiado tiempo.
La forma más fácil y directa era a través de “distribuidores”, simplemente comprando “monedas” por dinero en efectivo.
A través de un acuerdo mutuo, recibimos los datos de contacto de un importante “distribuidor” de Bitcoin en nuestra zona. Nos dijeron que el tipo es muy reservado y que no vende a cualquiera. Tuvimos que ser presentados y encontrarnos en un lugar designado para la transacción. Debo admitir que esto sonaba muy sospechoso. No pude evitar ver los paralelismos entre nuestras situaciones y un tráfico de drogas.
Aun así, decidimos arriesgarnos. Nos pusimos en contacto con el chico por correo electrónico y rápidamente acordamos una cantidad, la hora y el lugar de la reunión. Entonces, mi amigo y yo sacamos algo de efectivo, una computadora portátil y manejamos hasta el lugar de reunión designado para realizar el intercambio.
Cuando llegamos allí (era un café), tuvimos que esperar unos 20 minutos hasta que apareció el chico. Estábamos sentados allí, con el efectivo en la mano, nerviosos por lo que estaba a punto de suceder... Bueno, ¿qué sabes? El gran "distribuidor" malvado al que estábamos nerviosos por conocer era este chico de 13 años sentado sobre una reserva de Bitcoin que había minado un par de años antes, cuando era fácil. Terminamos compartiendo una bebida, haciendo el intercambio y riéndonos de lo absurdo de la situación.
Ese chico ganó mucho dinero. Me pregunto qué estará haciendo hoy...
#TONonBinance #XRPVictory #MarketDownturn #SahmRule #BlackRockETHOptions