En una encuesta reciente realizada por NewVantage Partners, se reveló que, si bien el 93,9 % de los ejecutivos prevén aumentar sus inversiones en datos en 2023, solo el 23,9 % de las organizaciones se consideran verdaderamente impulsadas por los datos. Esta desconexión plantea preguntas sobre hacia dónde se dirigen estas inversiones y qué obstáculos impiden a los ejecutivos hacer realidad su visión de un futuro impulsado por los datos para sus empresas.
El impacto de la alfabetización de datos en el éxito organizacional
El principal obstáculo, según el 79% de estos ejecutivos, son los problemas culturales dentro de las organizaciones. Esto subraya el papel crucial que desempeñan las personas a la hora de impulsar o impedir la transición a un enfoque basado en datos. Es evidente que los datos por sí solos no pueden transformar una empresa; son las personas las que la animan.
Hace más de una década, la analista de Gartner Svetlana Sicular destacó dos verdades fundamentales sobre el big data que a menudo se pasan por alto. En primer lugar, las organizaciones ya cuentan con personas que comprenden sus datos mejor que los científicos de datos místicos. En segundo lugar, aprender tecnologías de datos complejas como Hadoop suele ser más fácil que comprender las complejidades de los procesos comerciales únicos de una empresa.
Para aprovechar el poder de los datos de manera eficaz, las empresas deben priorizar la posibilidad de que las herramientas de datos sean más accesibles para un segmento más amplio de su fuerza laboral. Esto incluye fomentar el uso de herramientas conocidas como Microsoft Excel para el análisis de datos, aprovechando la competencia de los empleados que ya tienen habilidades en estas herramientas.
Python, entre los lenguajes de programación, se destaca como un importante impulsor de la productividad de la IA. Su accesibilidad y versatilidad lo convierten en el lenguaje elegido por una creciente comunidad de aspirantes a ingenieros de datos. Esto coincide con la proyección de que la ciencia de datos se convertiría en una capacidad para toda la empresa, y Python se convertiría en el lenguaje dominante debido a su amplia accesibilidad.
SQL, otra herramienta esencial en la gestión de datos, comparte protagonismo con Python como los lenguajes de programación más populares en la actualidad. Esta combinación aprovecha las habilidades que muchos empleados ya poseen, lo que elimina la necesidad de una extensa capacitación y garantiza operaciones de datos más fluidas.
La inteligencia artificial generativa (GenAI) representa una vía prometedora para capacitar a los empleados para trabajar de forma más eficaz con los datos. Sin embargo, es fundamental encontrar un equilibrio entre la tecnología y la experiencia humana. Si bien herramientas como ChatGPT pueden automatizar tareas, a veces sacrifican la precisión técnica en aras de la calidad del texto. Lograr el equilibrio adecuado es esencial para mantener la confianza de los usuarios.
Maximizar el papel de los datos en el crecimiento empresarial
El quid de la cuestión no reside en la tecnología, sino en cómo la utilizan las personas. El informe de NewVantage destaca constantemente que los principales desafíos para convertirse en una organización basada en datos tienen su raíz en factores humanos, como la cultura, las personas, los procesos y las estructuras organizativas, más que en limitaciones técnicas. A pesar de este reconocimiento, el progreso en la superación de estos desafíos ha sido lento. A menudo, los ejecutivos de datos se centran excesivamente en aspectos tecnológicos como la modernización de datos, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, mientras descuidan la dimensión humana.
La conclusión clave es que el activo más valioso de cualquier organización es su gente, que interpreta y utiliza los datos. Para realizar una transición exitosa hacia un futuro basado en datos, las empresas deben encontrar formas de aprovechar los conocimientos y las habilidades existentes de su fuerza laboral, haciendo que las herramientas de datos sean más accesibles y alineando la tecnología con las capacidades humanas.
Es evidente que, si bien las inversiones en datos están en aumento, el éxito de una transformación basada en datos depende de abordar los desafíos culturales y humanos. En lugar de depender únicamente de la tecnología, las organizaciones deben priorizar el empoderamiento de su personal para que libere el verdadero potencial de los datos.