La tasa de inflación de Estados Unidos subió levemente en noviembre, pero se mantuvo por debajo de las previsiones, lo que indica un posible enfriamiento de las presiones sobre los precios. El índice de precios del gasto de consumo personal (PCE), el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal, aumentó un 2,4% interanual, ligeramente por debajo del 2,5% proyectado.
Puntos destacados:
El índice de precios PCE básico (excluyendo alimentos y energía) aumentó solo un 0,1%, lo que marca el menor aumento mensual desde mayo.
El gasto de los consumidores creció con fuerza en noviembre, impulsado por una fuerte demanda de diversos bienes y servicios, incluidos los vehículos nuevos. Los economistas atribuyen esto en parte a la sustitución de vehículos tras los daños causados por los huracanes Helene y Milton.
La Reserva Federal, citando la resiliencia económica y las persistentes presiones sobre los precios, ha ajustado sus perspectivas, proyectando menos recortes de tasas de interés en 2025 de lo que se había anticipado anteriormente.
Los economistas señalaron que, si bien la inflación parece estar enfriándose, los precios de algunos bienes siguen siendo persistentemente altos, lo que refuerza la cautela de la Fed en cuanto a las reducciones de tasas. La combinación de una inflación en desaceleración y una demanda de consumo estable pone de relieve la resistencia de la economía, pero subraya los desafíos actuales para lograr la estabilidad de precios a largo plazo.