El Banco de Japón elevó su tasa de política monetaria al 0,25 por ciento el 31 de julio. Esa decisión, junto con los comentarios agresivos de Kazuo Ueda y las expectativas de que la Reserva Federal pronto recortará las tasas de interés, hicieron que el yen subiera bruscamente.

Eso, a su vez, hizo que las acciones japonesas cayeran, y el Nikkei Stock Average sufrió su mayor caída diaria desde 1987 el lunes. Los mercados bursátiles mundiales, incluidos los de Estados Unidos, también cayeron.

"Los recientes acontecimientos en los mercados han sido 'extremadamente volátiles'", dijo Shinichi Uchida, director del banco. Uchida, banquero central de carrera, es considerado una figura clave en la fijación de la política monetaria del Banco de Japón.

"El banco central está siguiendo de cerca los acontecimientos en estos mercados y su impacto en la actividad económica y los precios", dijo Uchida, añadiendo que los precios de las acciones y los tipos de cambio requieren atención, ya que pueden afectar a la inversión empresarial y la inflación. Subrayó la postura moderada de la política actual del Banco de Japón, observando que el tipo de interés de referencia del 0,25 por ciento es en realidad muy bajo después de ajustarlo por la inflación. "Por lo tanto, el banco central seguirá apoyando la economía manteniendo condiciones financieras muy expansivas", lo interpretó así.