PANews informó el 7 de agosto que, según Protos, 40 museos en Francia fueron pirateados el fin de semana pasado, incluida una sede de los Juegos Olímpicos de París. Los piratas informáticos amenazaron con filtrar sus datos financieros a menos que se pagara un rescate en criptomonedas.

El 3 de agosto, el director de sistemas de información del Museo del Grand Palais, que acoge competiciones de esgrima y artes marciales durante los Juegos Olímpicos de este año, descubrió que los sistemas centralizados de datos financieros de varios museos franceses estaban siendo atacados por piratas informáticos. Luego alertó a la agencia de ciberseguridad de Francia, la Agencia Nacional Francesa para la Seguridad de los Sistemas de Información (ANSSI). El grupo de hackers exige explícitamente que estos museos paguen el rescate en un plazo de 48 horas, de lo contrario los datos robados se harán públicos. La Brigada francesa de lucha contra la ciberdelincuencia (BL2C) ha iniciado una investigación centrada en "los ataques maliciosos a sistemas automatizados de procesamiento de datos, la extorsión organizada y la posible participación de bandas criminales", que pueden constituir delitos graves punibles con cinco años de prisión.

En respuesta a las preocupaciones del público sobre la seguridad de los Juegos Olímpicos, la ANSSI respondió rápidamente y dejó claro que el ataque de los piratas informáticos "no tendrá ningún impacto en el funcionamiento de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, especialmente en los sistemas de información directamente relacionados con los eventos". Hubo informes anteriores de que el Museo del Louvre se vio afectado por el ataque, pero el museo lo negó. Además, en respuesta a rumores anteriores de que el Museo del Louvre también se vio afectado por el ataque de los piratas informáticos, el museo ha emitido oficialmente un comunicado desmintiéndolo, enfatizando que su sistema de información es seguro.