Según Bloomberg, Texas está experimentando un crecimiento significativo en los centros de datos, lo que está ejerciendo presión sobre los recursos energéticos del estado. El estado, conocido por su entorno favorable a las empresas, ha experimentado un aumento en los valores de los terrenos y los impuestos a la propiedad debido a este crecimiento. Texas ofrece grandes extensiones de tierra y una amplia oferta de fuentes de energía baratas, incluidas la eólica y la solar. Sin embargo, el auge de los centros de datos está consumiendo una cantidad sustancial de estos recursos.

Para satisfacer la creciente demanda energética, el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (Ercot) estima que, para 2030, la red del estado necesitará soportar 152 gigavatios de demanda en días pico, casi el doble de su capacidad actual. Los centros de datos y los mineros de criptomonedas, que han llegado en masa a Texas, representan una parte importante de esta demanda proyectada. Además, el crecimiento de la población, los planes de producción de hidrógeno y el impulso de las empresas de petróleo y gas para electrificar sus operaciones están contribuyendo al aumento de las necesidades energéticas.

El senador estatal Nathan Johnson, demócrata que representa partes del área de Dallas-Fort Worth, expresó su preocupación por el consumo de energía de los centros de datos, especialmente a medida que la computación con inteligencia artificial se vuelve más frecuente. Señaló que Texas nunca ha lidiado con un crecimiento eléctrico a esta escala y velocidad. Los centros de datos que requieren más de 75 megavatios de energía, suficiente para electrificar una gran fábrica o alrededor de 15.000 hogares, necesitan una aprobación especial de Ercot según las reglas establecidas en 2022. A diferencia de los mineros de Bitcoin, los operadores de centros de datos no pueden cerrar sus operaciones cuando la demanda y los precios aumentan, lo que plantea un desafío a la confiabilidad de la red.

Krishnan, cuya empresa vende software y controles de automatización a las compañías eléctricas, cree que Texas quiere resolver el problema para atraer inversiones en centros de datos. Sin embargo, no ha visto un plan coordinado para abordar el desafío. La demanda de construcción de centros de datos ha dejado fuera del mercado a otros desarrolladores, y los operadores de servicios públicos señalan que las solicitudes de los desarrolladores de centros de datos requieren una capacidad de red que podría abastecer a ciudades enteras de tamaño mediano. Matt Mitchell, portavoz de Austin Energy, destacó que las cargas superan todo lo visto anteriormente.

El gobernador Abbott ha indicado que las opciones de suministro de energía del estado no se han agotado. Los centros de datos podrían explorar fuentes de energía alternativas, como pequeños reactores nucleares modulares, pero no serán viables a escala industrial hasta bien entrada la próxima década. A corto plazo, la energía a gas sigue siendo una solución probable, aunque las nuevas plantas de gas tardan entre tres y cuatro años en completarse, y las nuevas líneas de transmisión pueden tardar hasta seis años. Los centros de datos, por otro lado, se pueden construir en tan solo un año, lo que plantea un desafío para la planificación de la red. Algunos desarrolladores de centros de datos ahora están considerando otras regiones, como el Medio Oeste y Reno, Nevada, para sus proyectos.