Los comerciantes de perros siempre controlan el mercado con astucia. Temen que los puerros copien el mercado a precios bajos, perturbando así su plan de control del mercado. Después de la sobreventa, planearon un repunte, lo que hizo que los puerros pensaran erróneamente que el mercado se había recuperado y se apresuraron a ponerse al día. Cuando los puerros compraron con plena expectativa, el mercado volvió a retroceder, provocando que su mentalidad volviera a colapsar.
Ésta es la difícil situación de los puerros en el círculo monetario.
Siempre encuentran una caída después de comprar, no pueden soportar la presión de las pérdidas y deciden abandonar el mercado.
Pero poco después de que abandonaron el mercado, el mercado empezó a recuperarse. Esta fluctuación repetida provoca un dolor interminable en los puerros.
Aquellos inversores que insisten en invertir en valor no se ven afectados por dichas fluctuaciones. Saben que en el contexto de un mercado alcista, cualquier corrección brusca es sólo temporal. Eligen confiar en su criterio de inversión, conservar las variedades que tienen en sus manos y esperar a que el mercado se recupere.
Las fluctuaciones en el círculo monetario son normales y los inversores deben aprender a mantener la calma ante las fluctuaciones. No se deje engañar por las fluctuaciones del mercado a corto plazo, concéntrese en el valor de la inversión a largo plazo. Sólo así podremos afianzarnos en el desafiante mercado del círculo monetario.