La deuda nacional de Estados Unidos ha superado los 35 billones de dólares, alcanzando un nuevo máximo histórico. La cifra representa un problema creciente, que suma casi 1 billón de dólares en sólo siete meses y alrededor de 2,35 billones de dólares durante el año pasado.

En promedio, la deuda pública aumenta cada día en unos 6,4 mil millones de dólares. La magnitud de esta deuda es asombrosa y afecta a todos los estadounidenses.

Cada persona tiene una deuda de unos 105.000 dólares, lo que equivale a unos 266.000 dólares por hogar. La relación deuda-PIB, que compara la deuda nacional total y la producción económica del país, se sitúa actualmente en el 121,7%.

Deuda pública estadounidense | Fuente: pgpf.org

Esto significa que Estados Unidos debe más de lo que produce toda su economía en un año. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) proyecta que la deuda podría superar los 56 billones de dólares para 2034, y que el déficit presupuestario federal probablemente alcanzará los 22 billones de dólares entre 2025 y 2034.

Preocupado por las tasas de interés

La creciente deuda nacional ha provocado un aumento de los pagos de intereses, que se han convertido en la parte del gasto del presupuesto federal de más rápido crecimiento. Esto significa que se gasta más dinero de los contribuyentes para pagar deudas en lugar de financiar servicios básicos como educación, atención médica o infraestructura.

El presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, ha dicho que Estados Unidos está “en un camino financiero insostenible” y que la deuda está creciendo más rápido que la economía.

Las agencias de calificación crediticia han tomado nota de ello. Tanto Moody's Investors Service como Fitch Ratings han reducido sus perspectivas sobre la deuda estadounidense. Citan temores de una crisis financiera y debates interminables sobre el techo de la deuda. Una rebaja podría provocar mayores costos de endeudamiento para Estados Unidos, lo que encarecería la gestión de la deuda.

La creciente deuda nacional ha desencadenado intensos debates políticos. En Washington, los debates sobre cómo abordar el problema se están intensificando, pero aún no han surgido soluciones claras.

Los políticos han hablado de recortar el gasto o aumentar los impuestos, pero faltan planes específicos y muchos candidatos ofrecen pocos detalles sobre cómo abordarían el problema.

El público estadounidense es cada vez más consciente de la deuda nacional y muchos están preocupados por sus efectos en las generaciones futuras. La idea de que sus hijos y nietos hereden una enorme carga financiera, por supuesto, preocupa a muchas personas. Esto está ejerciendo presión sobre los legisladores para que encuentren soluciones sostenibles.

¿Podría Bitcoin ser una solución potencial?

Algunos defensores afirman que Bitcoin puede resolver la crisis de deuda de Estados Unidos. Sabemos que Bitcoin, con su oferta fija, actúa como cobertura contra la inflación.

A medida que el gobierno de EE. UU. continúa pidiendo prestado y gastando, el atractivo de Bitcoin como reserva de valor puede aumentar. Esto puede proteger los ahorros de la depreciación y proporcionar una forma de diversificar una cartera.

También hay expectativas de que el gobierno de EE. UU. pueda establecer una reserva de Bitcoin, particularmente por parte de los republicanos, aunque la idea no ha recibido un apoyo generalizado.

Bitcoin podría incluso estimular el crecimiento económico y fomentar la disciplina fiscal, ya que ofrece una alternativa a las políticas monetarias tradicionales.

Sin embargo, estas ideas siguen siendo en gran medida teóricas. La volatilidad de Bitcoin y los desafíos regulatorios que enfrenta lo convierten en una opción arriesgada. Mientras algunos lo ven como una posible solución a la crisis de deuda, otros advierten que no es una “panacea”.

Y así continúa el debate sobre el papel de Bitcoin en la economía estadounidense, sin ningún consenso claro.

Fuente: https://tapchibitcoin.io/no-quoc-gia-cua-my-dat-muc-cao-nhat-moi-thoi-dai-voi-hon-35-nghin-ty-usd.html