Cuando las ballenas compran criptomonedas, no lo hacen de la forma en que suelen comprar los individuos.
Bajan el precio tanto como pueden para comprar cantidades mayores sin aumentar el precio y perder dinero.
Lo que me gustaría decir es: tengan fe, no entren en pánico, sé que su cartera podría haber bajado un par de miles de dólares o incluso millones, ¡pero tengan fe!