Según Cointelegraph, el futuro del Blockchain Innovation Hub de la Universidad RMIT en Australia es incierto en medio de un importante repunte en el mercado de criptomonedas. La profesora Ellie Rennie, miembro del centro, afirmó inicialmente en la plataforma de redes sociales X que el centro de investigación había sido "cerrado" por la universidad sin una explicación clara. Sin embargo, su esposo, el profesor Jason Potts, quien codirige el centro, aclaró que la situación aún está en discusión y que no se ha tomado una decisión final con respecto a su cierre.
El centro, establecido en 2017, se encuentra actualmente en un proceso de consulta con el personal, que se espera que dure una semana. Durante este período, Potts tiene la tarea de presentar un plan financiero viable para garantizar la sostenibilidad del centro. Fuentes familiarizadas con el asunto indicaron que el centro ha tenido dificultades para producir investigaciones de alta calidad necesarias para asegurar la financiación suficiente para la autosostenibilidad. Este desarrollo se produce en un momento en el que las criptomonedas, en particular Bitcoin, han ganado una renovada atención, con el valor de Bitcoin aumentando un 45% tras la victoria electoral de Donald Trump y su promesa de reformar las regulaciones de las criptomonedas en los Estados Unidos.
Una fuente anónima reveló que Potts y el cofundador, el profesor Chris Berg, han descrito constantemente el centro como un "experimento". Potts enfatizó el objetivo del centro de crear "un nuevo tipo de escuela de negocios" donde se aliente a los académicos a involucrarse con la industria y adoptar un enfoque empresarial. La fuente señaló que la publicación en revistas de primer nivel, que es crucial para la reputación de una universidad y la financiación de la investigación, se consideró una prioridad secundaria. Según se informa, la universidad tenía como objetivo establecer rápidamente una reputación en el sector de la cadena de bloques para atraer estudiantes y mejorar la relevancia de la industria, lo que no se alineaba con los procedimientos académicos tradicionales.
La decisión sobre el futuro del centro recae en última instancia en el vicerrector adjunto de Negocios del RMIT, el profesor Colin Picker. El enfoque único del centro, que prioriza la participación de la industria por sobre los plazos y prácticas académicas convencionales, ha sido un punto de discordia. El resultado de las discusiones en curso determinará si el centro puede continuar sus operaciones o enfrentar el cierre.