Según BlockBeats, la administración Biden ha autorizado la flexibilización de las restricciones al uso por parte de Ucrania de armas de fabricación occidental para atacar instalaciones militares rusas dentro de Rusia. Esta decisión representa un cambio notable en la política estadounidense mientras el presidente Biden se prepara para dejar el cargo. La medida se produce en medio de un creciente apoyo de Corea del Norte al ejército del presidente ruso Vladimir Putin y un aumento de los ataques con misiles y drones por parte de Rusia a países vecinos.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha defendido el uso de armas occidentales para atacar instalaciones militares dentro de Rusia, argumentando que ello mejoraría la capacidad de Ucrania para defender su infraestructura crítica y sus ciudades de los ataques. La decisión se alinea con las solicitudes de Zelensky, aunque sigue sin estar claro si satisfará plenamente las necesidades estratégicas de Ucrania. Las fuentes indican que el enfoque inicial podría estar en la región rusa de Kursk, donde las fuerzas ucranianas están combatiendo con tropas norcoreanas y rusas.
El presidente electo entrante, Donald Trump, ha expresado su intención de poner fin rápidamente al conflicto en curso y se ha mostrado escéptico sobre la continuidad del apoyo estadounidense a Ucrania. A pesar de ello, se informa que Ucrania está planeando su primer ataque de largo alcance en los próximos días, posiblemente utilizando el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS). Este hecho pone de relieve la compleja dinámica geopolítica que se está viviendo en la transición de Estados Unidos a una nueva administración.