La economía estadounidense ha experimentado una creciente escasez de mano de obra a raíz de la pandemia de COVID-19, a medida que los trabajadores abandonan voluntariamente sus trabajos en masa, un fenómeno denominado la “Gran Renuncia”. Esta intensa competencia por los trabajadores ha llevado a un crecimiento salarial significativo en muchas industrias, lo que a su vez está contribuyendo al aumento de la inflación.
La Gran Dimisión surge de los cambios impulsados por la pandemia en las prioridades y deseos de los trabajadores. Al tener tiempo para reflexionar, muchos empleados decidieron dejar trabajos que carecían de flexibilidad o sentido de propósito. Otros abandonaron la fuerza laboral por completo, por problemas de salud, jubilación anticipada o tareas de cuidado. Esto creó una enorme agitación en el mercado laboral.
Al mismo tiempo, la participación en la fuerza laboral se mantiene por debajo de los niveles previos a la pandemia. En marzo de 2022 había más de 11 millones de puestos vacantes en Estados Unidos, pero solo 6 millones de desempleados buscaban trabajo. Esta dinámica desequilibrada ha obligado a los empleadores a aumentar los salarios y ofrecer incentivos para atraer y retener el talento.
El crecimiento salarial resultante ha sido pronunciado: los salarios medios por hora aumentaron un 5,6% en 2021. Esto aplica una presión al alza sobre la inflación, ya que las empresas trasladan los mayores costos laborales a los consumidores en forma de aumentos de precios. El Índice de Precios al Consumidor, que mide la inflación, aumentó un 8,5% durante el año pasado.
El aumento de los salarios y la inflación forman un ciclo de retroalimentación preocupante, ya que los trabajadores exigen salarios más altos para compensar el aumento del costo de vida. La Reserva Federal enfrenta la difícil tarea de frenar la inflación mediante aumentos de las tasas de interés sin desencadenar una recesión.
Por ahora, el mercado laboral al rojo vivo no muestra signos de enfriamiento. Los empleadores deben seguir ofreciendo compensaciones y beneficios competitivos para involucrar a los trabajadores. Mientras la oferta laboral vaya por detrás de la demanda, los efectos inflacionarios de la Gran Dimisión seguirán sintiéndose.