Tokens que son parte integral de la experiencia del usuario, incluido el funcionamiento del producto o protocolo. Por ejemplo, ETH, el token nativo de Ethereum, se utiliza para proteger la red y para pagar tarifas de transacción y, más ampliamente, como una forma de moneda de Internet en aplicaciones nativas del ecosistema. En el medio del espectro se encuentran proyectos que intentan descentralizarse progresivamente, con el objetivo de permitir que los usuarios posean y controlen los productos y protocolos que utilizan (por ejemplo, Uniswap). También hay experimentos económicos que utilizan la propiedad como mecanismo de arranque o escalamiento (como DIMO), y tokens que actúan como cuasi-acciones/participaciones, utilizados para la recaudación de fondos o la participación en las ganancias, pero sin ningún derecho de los inversores (como los DAO constitucionales). En el extremo del espectro, algunos diseños de tokens están tan centralizados que los emisores pueden explotarlos fácilmente, una falla de diseño que introduce un único punto de falla. El token FTT de FTX pertenece al último tipo.