Todos tenemos que recorrer un camino largo y sinuoso antes de alcanzar nuestra meta. Llegar a la mitad del camino es lo más difícil, porque ya te has esforzado mucho, pero aún no has visto el final. En este momento, sólo manteniendo la calma y dando cada paso del momento con firmeza no te perderás. Los aplausos pueden llegar tarde, pero mientras no desistas, ¡no faltarán! ​​​