Según BlockBeats, el valor a largo plazo de un proyecto blockchain se basa en su valor máximo extraíble (MEV). Este indicador clave mide la escalabilidad, la seguridad y el atractivo de una cadena de bloques para desarrolladores y usuarios.

El valor total bloqueado (TVL) es a menudo un indicador exagerado y engañoso, ya que puede manipularse fácilmente inflando el precio de los tokens L1. Una medida más significativa es la valoración totalmente diluida (FDV), que refleja el valor de mercado potencial de un proyecto blockchain. Aunque no es perfecto, proporciona una estimación aproximada de la escala del proyecto.

Depender únicamente de la seguridad económica para garantizar la estabilidad de una blockchain es insuficiente, como lo demuestran los casos de LUNA y ATOM. También son necesarios otros mecanismos de seguridad, como mecanismos de consenso y modelos de gobernanza.

La capa de ejecución, responsable de procesar transacciones y verificar datos, es el núcleo de la cadena de bloques y el sitio principal para la captura de valor. Los datos de los intercambios descentralizados (DEX) pueden reflejar con mayor precisión la prosperidad del ecosistema blockchain. Para obtener una imagen más clara, se deben excluir los datos de los pares de intercambio de monedas estables y los pares comerciales de token L1-U/ETH.

El éxito de un proyecto blockchain depende de los desarrolladores, no de los usuarios de la comunidad. Por lo tanto, las estrategias del proyecto deberían girar en torno a atraer y apoyar a los desarrolladores.

Al igual que en el mercado de valores de EE. UU., el valor de mercado y el volumen de operaciones en el mundo de las criptomonedas también pueden concentrarse en unos pocos proyectos líderes. Tener una gran cantidad de usuarios por sí solo no puede garantizar el éxito de un proyecto. Es más importante encontrar un modelo de negocio viable que pueda convertir el valor para el usuario en beneficios reales.

La prosperidad a largo plazo de un proyecto blockchain debe basarse en una base de valor sólida. Esto requiere la introducción de sistemas de inversión y modelos de valoración tradicionales para evaluar de manera más objetiva el valor del proyecto.