En el comercio de tendencias, existen definiciones y estrategias claras, pero es posible que muchos operadores, incluidos algunos veteranos, solo comprendan parte de ellas. Es posible que simplemente crean que cuando el precio alcanza máximos más bajos, es el criterio para ponerse en corto; cuando el precio alcanza mínimos más altos, es el criterio para ir en largo. Sin embargo, esta comprensión simplificada puede hacer que los operadores sufran pérdidas en las operaciones reales porque no cubre la integridad y complejidad de la definición de tendencias.
De hecho, una definición completa de una tendencia debería incluir muchos más elementos. Por ejemplo, después de que los precios alcanzan un nuevo mínimo, si el repunte posterior no logra alcanzar el máximo anterior, esto generalmente se considera una señal bajista. Por el contrario, si el precio, después de alcanzar un nuevo máximo, no cae por debajo del mínimo anterior en un retroceso, esto generalmente se considera una señal alcista.
Esta definición de tendencia no sólo es adecuada para juzgar la dirección de ciclos grandes, sino que también puede usarse como referencia para entrar en ciclos pequeños. Sin embargo, es importante comprender que este no es el único criterio comercial. Un sistema comercial exitoso debe combinar múltiples condiciones e indicadores técnicos para formar una decisión comercial más completa.
Además, los operadores deben ser conscientes de la volatilidad y la incertidumbre del mercado. Incluso si sigue una definición de tendencia completa, no hay garantía de que todas las operaciones sean exitosas. Por lo tanto, la gestión de riesgos, la gestión del dinero y el aprendizaje y la mejora continua son muy importantes.