Estados Unidos anunció que impondría nuevas sanciones a Irán, citando su "continua escalada nuclear". El Secretario de Estado Antony Blinken hizo una declaración hoy expresando preocupación por las recientes acciones de Irán para expandir su programa nuclear y afirmó que estas acciones no tienen un propósito pacífico creíble. Estados Unidos adopta una postura firme contra la obtención de armas nucleares por parte de Irán y está dispuesto a utilizar todos los elementos de su poder nacional para impedirlo.

Las sanciones impuestas hoy se dirigen específicamente a tres empresas con sede en los Emiratos Árabes Unidos, a las que Estados Unidos acusa de estar implicadas en el transporte de petróleo y productos petroquímicos de Irán. Además, se impusieron sanciones a 11 buques asociados a estas actividades.

Esta medida sigue a las advertencias de los países del Grupo de los Siete (G7) este mes contra las actividades de enriquecimiento nuclear de Irán. El G7 también afirmó que está dispuesto a implementar nuevas medidas si Irán transfiere misiles balísticos a Rusia. En respuesta, Irán pidió al G7 que evitara repetir las "políticas destructivas del pasado", como lo expresó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani.

A principios de junio, la Junta Ejecutiva de la Agencia de Inspección Nuclear de la ONU, compuesta por 35 naciones, adoptó una resolución pidiendo a Irán que aumente la cooperación con el organismo de inspección y revierta su decisión de bloquear a los inspectores.

Irán enriquece uranio hasta un 60% de pureza, lo que supone un pequeño paso técnico para alcanzar la calidad armamentística. Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Irán tiene suficiente uranio enriquecido para convertirlo en el material necesario para tres armas nucleares. Las potencias occidentales cuestionan la legitimidad de las acciones de Irán, diciendo que no existe una justificación civil creíble para niveles tan altos de enriquecimiento. Aunque Irán insiste en que sus ambiciones nucleares son pacíficas, los funcionarios han sugerido un posible cambio en la "doctrina nuclear" del país si enfrenta un ataque o amenazas existenciales, particularmente de Israel, lo que genera preocupación entre los miembros de la OIEA y los países occidentales. La misión de Irán ante las Naciones Unidas en Nueva York no hizo comentarios sobre las nuevas sanciones.