Estaba subiendo a los tejados e instalando antenas mucho antes de que "DePIN" fuera una palabra. Entonces comprenderán mi convicción en este espacio y perdonarán mi fe inquebrantable en su éxito.

Dejame empezar por el principio.

Este artículo de opinión es parte del nuevo DePIN Vertical de CoinDesk, que cubre la industria emergente de infraestructura física descentralizada.

Como cofundador de Hotspotty y depinhub.io, estuve profundamente integrado en DePIN mucho antes de que tuviera nombre. Desde mi perspectiva, DePIN (Redes de Infraestructura Física Descentralizadas) no es simplemente una innovación incremental, sino un cambio fundamental hacia un nuevo paradigma económico: la Economía Colaborativa 2.0.

Podemos debatir esto, pero en mi opinión, DePIN es al menos tan transformador, si no más, que las finanzas descentralizadas (DeFi).

La revolución criptográfica ha puesto de relieve las ineficiencias de los servicios financieros centralizados e intermediados. Intuitivamente, cualquiera puede entender que existen ineficiencias similares en la infraestructura centralizada no financiera, como las redes de telecomunicaciones o las redes de energía. En nuestro mundo cada vez más interconectado, las limitaciones de la infraestructura centralizada tradicional, marcada por ineficiencias, altos costos y vulnerabilidad a fallas, se han vuelto cada vez más evidentes.

DePIN aborda estos problemas descentralizando el despliegue y la gestión de la infraestructura física. No hay ninguna razón por la que la promesa de las criptomonedas (democratizar el acceso, catalizar la innovación y garantizar la transparencia, la seguridad y la eficiencia a través de la tecnología blockchain y los contratos inteligentes) no deba extenderse a la infraestructura no financiera. DePIN demuestra ese punto.

Imagine un mundo donde cualquiera pueda contribuir y beneficiarse de redes descentralizadas de paneles solares, torres de comunicación o estaciones de carga de vehículos eléctricos.

Imagine un mundo en el que cualquiera pueda contribuir y beneficiarse de redes descentralizadas de paneles solares, torres de comunicación o estaciones de carga de vehículos eléctricos. Este modelo reduce la dependencia de las grandes corporaciones, recorta costos y mejora la resiliencia del sistema.

La historia de un proyecto llamado Helium, que ahora cuenta con casi 1 millón de puntos de acceso inalámbricos, puede demostrar el poder de este ecosistema. Conocido como el "padre" de DePIN, Helium logró el despliegue de infraestructura más rápido de la historia. Pusieron en marcha con éxito una red inalámbrica descentralizada a nivel mundial utilizando un capital y un gasto operativo mínimos. Al aprovechar la tecnología blockchain y ofrecer recompensas a los participantes, Helium creó una red sólida, escalable y eficiente. Este éxito ilustra cómo los incentivos descentralizados pueden impulsar un rápido crecimiento y adopción de la red, proporcionando un modelo para futuros proyectos DePIN.

DePIN también podría impulsar la próxima ola de economía colaborativa. A diferencia de plataformas como Uber y Airbnb, la Economía Compartida 2.0 de DePIN se caracteriza por la propiedad y el control descentralizados, lo que ofrece una distribución de valor más equitativa. Los participantes pueden obtener recompensas por sus contribuciones, alineando incentivos y fomentando la colaboración, democratizando así el acceso a infraestructura crítica y promoviendo la inclusión económica.

Pero no seamos ingenuos. El camino DePIN no es un paseo por el parque. Otra palabra para descentralización es fragmentación. De modo que el mayor activo del ecosistema es también su mayor desafío.

La fragmentación y complejidad del ecosistema, con proyectos que involucran diversos aspectos como blockchain, hardware e infraestructura, hacer un seguimiento de todos los desarrollos y oportunidades puede resultar complejo. Para sacar provecho de DePIN, es necesario comprender el caso de uso, el hardware y la economía simbólica de un proyecto. Este es el lado de la oferta. Para que el lado de la demanda despegue real y sosteniblemente, hay mucha traducción que nosotros, como industria, debemos hacer para integrarnos con la economía del mundo real. Este trabajo es esencial para incorporar a los próximos millones a Web3 y hacer de DePIN una historia de éxito.

La buena noticia es que DePIN es una forma fácil de iniciar una conversación. La mayoría de la gente puede entender, al menos conceptualmente, la idea de construir un Airbnb para GPU en un mundo en el que las GPU son cada vez más escasas. Esto pone rápidamente en sintonía el lado de la oferta y el lado de la demanda. El trabajo duro es mantenerlos ahí: la confiabilidad, la resiliencia, el mantenimiento de las redes descentralizadas.

DePIN representa más que un simple avance tecnológico; es un cambio fundamental en la forma en que construimos, operamos e interactuamos con la infraestructura física. Personalmente, me gusta pensar que DePIN es para lo que se crearon las criptomonedas. Encarna los principios de descentralización, transparencia y crecimiento impulsado por la comunidad, ofreciendo un camino hacia un mundo más inclusivo, sostenible y resiliente. Juntos podemos explorar y dar forma a esta nueva y apasionante frontera. ¡LFG!

Nota: Las opiniones expresadas en esta columna son las del autor y no reflejan necesariamente las de CoinDesk, Inc. o sus propietarios y afiliados.