En un avance legal significativo, el juez del Tribunal de Distrito de EE. UU., Casey Pitts, dictaminó que el multimillonario minero australiano Andrew Forrest puede continuar con su demanda contra Meta, alegando negligencia y complicidad en la presentación de anuncios fraudulentos de criptomonedas que utilizaban su imagen.

Esta decisión supone un revés para Meta, que había intentado desestimar el caso.

La batalla de Forrest contra la publicidad fraudulenta

Forrest, que es la segunda persona más rica de Australia con un patrimonio neto estimado de 16.500 millones de dólares, se ha visto envuelto en esta batalla legal desde que descubrió en 2019 que su nombre e imagen se estaban utilizando sin su consentimiento en más de 1.000 anuncios en las plataformas de Meta.

Estos anuncios, que se publicaron de abril a noviembre del año anterior, supuestamente costaron a las víctimas millones de dólares. Presentaban no solo el uso no autorizado de la imagen de Forrest, sino que también incluían testimonios falsos y videos "deepfake" manipulados que pretendían mostrar a Forrest respaldando varias inversiones en criptomonedas.

Algunos respaldos ficticios afirmaban obtener retornos financieros dramáticos, convirtiendo sumas modestas en millones en cuestión de meses. La disputa legal pone de relieve un problema más amplio relacionado con el papel de las redes sociales en las estafas financieras.

El equipo legal de Forrest sostiene que el gigante de las redes sociales no sólo no pudo evitar estos anuncios fraudulentos sino que podría haberse beneficiado indirectamente de ellos.

Los anuncios se generaron utilizando herramientas proporcionadas por Meta, que también controlaba su apariencia final y la audiencia objetivo. Esto, sostiene Forrest, posiblemente convirtió a la plataforma en cómplice de la difusión de la campaña fraudulenta.

Meta, con sede en Silicon Valley, respondió distanciándose de los contenidos creados por terceros usuarios, afirmando que se solidariza con las víctimas y prometió tomar medidas contra este tipo de estafas.

Sin embargo, Forrest afirma que a pesar de estas garantías, muchos anuncios engañosos siguen activos.

La importancia del fallo de la Corte

El fallo es particularmente digno de mención ya que marca uno de los raros casos en los que un tribunal estadounidense ha impedido el uso de la Sección 230 como defensa en una demanda civil relacionada con prácticas publicitarias.

La sección 230 generalmente otorga inmunidad a las plataformas en línea de responsabilidad por el contenido publicado por sus usuarios. Este precedente legal podría influir en casos futuros, lo que podría conducir a un mayor escrutinio y estándares más estrictos para los procesos de verificación de anuncios en las plataformas de redes sociales.

Forrest expresó su decepción por una decisión anterior de abril de los fiscales australianos de retirar los cargos penales contra Meta debido a la insuficiencia de pruebas, y lo describió como una “tragedia” para quienes perdieron sus ahorros.

Sin embargo, sigue decidido en su búsqueda de justicia y enfatiza que este fallo es un paso crucial para responsabilizar al gigante tecnológico por su papel en la facilitación de estafas financieras.

Además de buscar daños compensatorios y punitivos, el caso de Forrest subraya su compromiso de cuestionar la idoneidad de los controles y la transparencia en la publicidad digital.

Su postura ha tocado la fibra sensible de muchos que han sufrido estafas similares, reforzando el llamado a medidas regulatorias más rigurosas.

Los cambios organizacionales de Meta

En medio de estos desafíos legales, Meta ha anunciado importantes cambios organizacionales destinados a mejorar la eficiencia y reducir costos. Estos cambios incluyen una reducción en el número de puestos de vicepresidente, y se espera que se eliminen alrededor de 50 puestos ejecutivos.

Esta reestructuración es parte de la estrategia más amplia de Meta para adaptarse a un panorama económico desafiante y mantener su ventaja competitiva en la industria tecnológica en rápida evolución.

La decisión del tribunal de permitir que procedan las reclamaciones de Forrest también le otorga la capacidad de argumentar que Meta fue cómplice de la producción de la campaña fraudulenta. El software proporcionado por Meta jugó un papel importante a la hora de determinar la apariencia y la audiencia objetivo de los anuncios, lo que sugiere una posible complicidad.

En general, esta batalla legal subraya un momento crítico en la conversación en curso sobre la responsabilidad de las redes sociales y la protección de los consumidores contra las estafas digitales.

Andrew Forrest en la reunión anual del Foro Económico Mundial

A medida que Forrest avanza con su demanda, las implicaciones de este caso pueden resonar ampliamente, lo que podría conducir a cambios significativos en la forma en que las plataformas de redes sociales administran y verifican los anuncios.

El resultado podría sentar un precedente para futuras acciones legales y medidas regulatorias, enfatizando la necesidad de una mayor vigilancia y responsabilidad en el panorama de la publicidad digital.

La publicación Anuncios de estafas criptográficas en Facebook: multimillonario demanda a Meta apareció por primera vez en Coinfomania.