Después de pasar por altibajos en el círculo monetario, he resumido la siguiente sabiduría para la vida:

Cuando se produce una crisis, no se apresure a comprar el fondo. La mejor política es esperar la oportunidad y ver la tendencia con claridad.

No seas codicioso cuando obtengas ganancias. Sólo cuando sea suficiente podrás conservar la victoria. Si eres demasiado codicioso, puedes perder más de lo que ganas.

No te rindas ante los contratiempos, ajusta tu estrategia y comienza de nuevo. Las oportunidades siempre llegan a quienes están preparados.

Las operaciones a corto plazo no son una solución a largo plazo, la inversión a largo plazo es aún más importante. Sólo manteniendo pacientemente monedas de alta calidad se podrá aumentar su valor de manera constante.

No persiga ciegamente buenos resultados en el pasado, ya que la situación del mercado es impredecible. Sólo mediante un análisis racional podemos afrontar los desafíos.

No se deje influenciar por las emociones al tomar decisiones comerciales, mantenga la calma y sea racional. Sólo mediante un análisis objetivo se puede tomar una decisión acertada.

La negociación de acciones no es algo que se pueda lograr de la noche a la mañana y requiere paciencia y estrategia. Sólo con los pies en la tierra podremos avanzar paso a paso.

La asignación de capital debe ser prudente y se requieren inversiones diversificadas para reducir los riesgos. Sólo mediante una asignación racional de los fondos se puede garantizar la seguridad.

Después de una pérdida, no se apresure a agregar posiciones para enmendar las cosas, analice primero las razones antes de tomar medidas. Sólo encontrando la raíz del problema podremos solucionarlo.

Las experiencias exitosas no pueden replicarse como una ley universal y el mercado siempre tendrá cambios inesperados. Sólo si somos flexibles y adaptables podremos hacer frente a una situación en constante cambio sin apartarnos de nuestras raíces.