El que sabe sacar provecho siempre gana.
Quienes compran y venden paulatinamente son los que corren menor riesgo.
Es como un árbol frutal del que constantemente brotan plántulas. Un poco de nieve se convierte en un trampolín hacia nuevas ramas y ramas largas.
Un inversor que ha obtenido beneficios es como un comerciante que vende efectivo. Es como un comerciante oriental que está libre de todo riesgo y busca la próxima oportunidad.