En un gráfico alcista, los precios generalmente tienen una tendencia alcista, con máximos y mínimos más altos. Los indicadores clave, como las medias móviles, tienen una pendiente ascendente y el índice de fuerza relativa (RSI) suele estar por encima de 50, lo que indica fortaleza en el impulso de compra. También pueden estar presentes patrones de velas alcistas, como patrones envolventes alcistas o patrones de martillo, lo que sugiere una posible continuación de la tendencia alcista.
Por el contrario, en un gráfico bajista, los precios tienen una tendencia a la baja, caracterizándose por máximos y mínimos más bajos. Los promedios móviles tienen una pendiente descendente y el RSI suele estar por debajo de 50, lo que indica debilidad en el impulso de compra. Pueden aparecer patrones de velas bajistas, como patrones bajistas envolventes o de hombre colgado, lo que indica una posible continuación de la tendencia bajista.