Al realizar actividades de especulación monetaria en el círculo monetario, debemos seguir ciertos principios de retroceso de ganancias. Cuando compramos una determinada moneda y el beneficio supera el 10%, debemos empezar a implementar la estrategia de protección principal. Una vez que el precio vuelve a caer al precio de compra, debemos vender inmediata e incondicionalmente para asegurar las ganancias. Si la ganancia alcanza aproximadamente el 20%, debemos configurar la transacción para que mantenga al menos el 10% de ganancia antes de considerar la venta. Para maximizar las ganancias, cuando éstas alcanzan el 20%, debemos atenernos al principio de no vender a menos que las ganancias no sean inferiores al 10%. A menos que estemos convencidos de que hemos alcanzado un nivel máximo, no deberíamos vender fácilmente. De la misma manera, si el beneficio alcanza el 30%, cuando el beneficio retroceda al 15%, deberíamos vender incondicionalmente. Este principio apunta a lograr un crecimiento continuo de las ganancias a través de retrocesos de ganancias, en lugar de juzgar los máximos basándose únicamente en la tecnología.