"Quienes consideran los sueños como un juego del intelecto se equivocan. No, los sueños son todo lo contrario: son un escape de la razón", señaló el escritor japonés Yukio Mishima en su novela "Confesiones de una máscara".
Una parte importante de la manipulación de la conciencia se basa en esta división entre fantasía y realidad.
Los científicos distinguen entre dos tipos de pensamiento: realista y autista.
Según E. Bleicher, quien describió por primera vez el pensamiento autista, este tipo de pensamiento es completamente opuesto al pensamiento realista. Está impulsado únicamente por los deseos.
En la conciencia humana conviven ambos tipos de pensamiento, complementándose, al servicio de la construcción de metas y su realización. Es importante mantener un equilibrio entre ellos.
El objetivo del pensamiento realista es crear percepciones precisas de la realidad, mientras que el objetivo del pensamiento autista es crear percepciones agradables de la misma, descartando activamente cualquier aspecto desagradable.
En el curso normal, la interacción entre estos tipos de pensamiento se ve así: una persona se entrega a fantasías placenteras, por ejemplo, sobre un automóvil: la comodidad asociada con tener su propio vehículo, la velocidad, viajar, elevar su estatus ante los ojos de los demás. – este es el trabajo del pensamiento autista.
A continuación entra en juego el pensamiento realista: la persona se esfuerza por ganar más, ahorra dinero para comprar un coche o pide un préstamo, valorando cuidadosamente el equilibrio conveniente entre el precio del coche y su capacidad financiera.
Sopesan todos los pros y los contras, adquieren el coche y lo disfrutan, realizando secuencialmente o incluso simultáneamente sus fantasías sobre tener un coche.
Sin embargo, hay casos en los que la inmersión en un sueño impide a la persona tomar medidas para convertirlo en realidad: sólo se entrega a fantasías y, a veces, incluso crea una especie de "teatro para sí mismo", interesado en los precios de los coches caros, visitar salas de exposición de coches sin intención de comprar nada, sólo para jugar, etc.
No se puede decir que estén haciendo nada delictivo. Después de todo, cada uno tiene sus maneras de relajarse, y si no contradicen el código penal, no obstaculizan a nadie, y principalmente a la persona misma, en los aspectos fundamentales de su vida, ¿por qué no deberían disfrutar de vez en cuando de sus propias fantasías?
Sin embargo, es esencial recordar que el pensamiento realista y el autista no sólo interactúan sino que también entran en conflicto, lo que permite a los individuos no arruinar sus vidas cediendo a sueños no realizados.
Por ejemplo, comprar un automóvil dentro de sus posibilidades en lugar de vender una propiedad para comprar el último modelo de un "Mercedes".
Es un asunto completamente diferente cuando los manipuladores se conectan con fantasías individuales.
En este caso, su tarea principal es "inhabilitar" o suprimir el pensamiento realista e intentar difundir la fantasía misma, como "todos quieren esto", "todos hacen esto", a tantas personas y grupos sociales como sea posible.
Para lograrlo, se crean percepciones colectivas de "bueno", "conveniente", "correcto", explotando imágenes y estereotipos tradicionalmente atractivos que, en la práctica, pueden resultar completamente diferentes de lo que se afirmó inicialmente.
Explotación de fantasías: una historia de engaño
Permítanme contarles la historia de una anciana que fue víctima de empresarios criminales astutos. La convencieron de que le convendría vender su enorme apartamento en el centro de la ciudad. A cambio, le prometieron comprarle una preciosa casa con un enorme jardín. Viviría de los intereses del dinero que quedara en el banco después de la transacción.
Según los estafadores, hoy en día todas las personas mayores "inteligentes" hacen esto. Al final, la protagonista se encuentra en una cabaña alquilada en la propiedad del cuidador del cementerio. Si bien el cementerio tiene muchas plantaciones verdes, el dinero restante que le prometieron fue transferido desde una cuenta que nunca existió.
Las viviendas prometidas para sustituir valiosos metros cuadrados de la ciudad resultaron inadecuadas para vivir y escapar de allí era casi imposible.
Los manipuladores aprovecharon con éxito las fantasías generadas por el pensamiento autista. No sólo necesitaban comprender la estructura de los deseos en varios estratos de la sociedad, sino que también tenían que excitarlos, haciendo que su cumplimiento fuera crucial para los objetivos de la manipulación.
Para lograrlo, el pensamiento realista y, en consecuencia, la percepción del mundo, se "desdibuja" mediante asociaciones y metáforas. Profundicemos más en esto...
