Recuerdo que hace unos meses mi capital era de sólo 1,8 dólares.

Ahora $30 menos en unos meses.

No soy rico pero tengo pasión.

Que las risas y las dulces sonrisas de mis amigos sean mi desafío para seguir adelante.

No hay necesidad de quejarse y lastimarse.

Nuestro objetivo es avanzar, no al revés.

Dios los bendiga a todos