[La disputa sobre derechos de autor de Moonbirds expone fallas en la obsesión de las criptomonedas con la propiedad intelectual]

Después de que las NFT se convirtieran en un tipo de activo claro en 2021, el mercado estuvo dominado por la especulación. Desde entonces, muchos proyectos de NFT han invertido mucho para intentar posicionar sus marcas para un futuro más serio y sostenible, centrándose principalmente en la propiedad intelectual (PI).

Sin embargo, la pregunta de cómo los proyectos NFT realmente dan derecho a los titulares a su propiedad intelectual sigue sin respuesta, y el tema volvió a ser el centro de atención esta semana. Yuga Labs, la compañía detrás del multimillonario Bored Ape Yacht Club, ha anunciado que proporcionará derechos comerciales exclusivos a los poseedores de Moonbirds. Moonbirds es una serie de Ethereum NFT que adquirieron en febrero.

Pero este plan encontró desafíos, porque en 2022, los creadores de Moonbirds registraron la serie bajo Creative Commons CC0, renunciando a todos los derechos de autor de sus obras artísticas y liberándolas a la industria pública.

En este sentido, Moonbirds pareció intentar evitar esta realidad en una declaración oficial, diciendo: "Puedes hacer lo que hiciste en la era CC0, pero de ahora en adelante, continuar haciéndolo requiere ser dueño de Moonbird".

La declaración fue ampliamente refutada por la comunidad, y muchos, incluido el abogado de derechos de autor Alfred Steiner, señalaron que la posición de Yuga era legalmente inválida: los Moonbirds ya eran propiedad pública.

Poco después, la postura de Yuga pareció cambiar. El cofundador y director ejecutivo de la empresa, Greg "Garga" Solano, anunció que los derechos comerciales relacionados con Moonbirds solo se aplicarán a nuevas obras de arte en 3D y se limitarán a los titulares actuales de NFT.

La medida es similar a la práctica de larga data de Yuga de permitir a los titulares de NFT de Bored Ape Yacht Club crear empresas comerciales basadas en su propiedad intelectual. Esto sugiere que los productos con el tema de Moonbirds, como barras de chocolate y juguetes de peluche, serán posibles, pero solo para los poseedores de NFT.

Según Brian Frye, profesor de derecho de la Universidad de Kentucky, la controversia revela cuestiones clave en la comprensión de la propiedad intelectual. La distinción entre derechos de autor y marcas registradas es particularmente importante. Los derechos de autor protegen el contenido de una obra, mientras que una marca registrada cubre el uso de una marca. Frye señaló que los titulares de NFT en realidad confían en la marca Bored Ape en lugar de los derechos de autor de una sola obra.

Además, si bien Yuga puede tener el poder de regular el uso de la marca Moonbirds, la libertad creativa de las obras de Moonbirds de la industria pública permanece.La situación pone de relieve cómo el control excesivo sobre la propiedad intelectual puede ser contraproducente en el mundo de las criptomonedas, donde la definición de "cool" a menudo se asocia con el intercambio y la apertura.

En resumen, este incidente no solo resalta el valor de propiedad intelectual de las marcas NFT, sino que también refleja el impacto de la falta de claridad legal en toda la industria de la criptografía.

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