¡Iniciar una startup es tan fácil como 1-2-3! ¡Hurra!
Solo que hay algunos desafíos de los que no te hablan:
- Encontrar un punto de dolor real al que se enfrenta la gente.
- Encontrar un cofundador con habilidades complementarias
- Elaborar una historia convincente y recaudar fondos de capitalistas de riesgo.
- Trabajando 24/7/365 sin días libres para que todo funcione
- Contratar a otras personas con talento y ser un buen líder para ellos.
- Pasar por ciclos interminables de desesperanza y euforia a lo largo del tiempo.
- Encontrar usuarios iniciales e iterar el MVP hasta que el producto se ajuste al mercado.
- No darse por vencido cuando todos los demás se han rendido contigo en tiempos difíciles.
Iniciar una startup puede parecer fácil.
Pero es un trabajo increíblemente duro.
A menudo, esto cobra un precio enorme a los fundadores.