Observamos la situación en Medio Oriente desde una perspectiva neutral y sin ningún sesgo político. Debido a la sensibilidad política, sólo podemos ofrecer un breve análisis:
1. Las acciones de Israel tienen como objetivo demostrar que no están subordinados a Estados Unidos sino más bien aliados con intereses mutuos. Israel actualmente busca asistencia militar y seguridad, y aunque no es crucial atacar Gaza, el mensaje de Israel al mundo es claro: tomarán represalias si se les provoca, lo cual es un movimiento estratégico.
2. Hamás, Irán y sus representantes pretenden establecer Palestina mediante la intimidación y convertirla en un bastión estratégico. Sin embargo, lograr esto mediante el terrorismo no es realista y puede verse como una conspiración más que como un enfoque práctico en el Medio Oriente.
3. Otros países de Oriente Medio expresan frustración con el conflicto, pero persiguen sus propios intereses, empleando diplomacia, ayuda y medidas como la reducción de las exportaciones de petróleo para frenar la inflación y suprimir la intensidad del conflicto, lo que también sirve a sus intereses estratégicos.
4. Estados Unidos busca controlar Medio Oriente y contener a Irán y Rusia, lo que inevitablemente requiere concesiones a Israel. Con el apoyo interno a Israel, el actual conflicto de baja intensidad satisface a Estados Unidos.
5. Volviendo a la cuestión central de si atacar Gaza: aparte del Gabinete israelí, nadie estaría satisfecho con tal acción. Sin embargo, es importante comprender la postura firme del Gabinete durante tiempos de guerra, y ni Hamás ni Irán darán marcha atrás. Atacar Gaza rompería el status quo, probablemente elevaría los precios del petróleo a 100 dólares y provocaría una corrección del 30% en los activos de riesgo globales, lo que generaría importantes ramificaciones económicas tanto para los ganadores como para los perdedores.