La importancia cada vez mayor de la IA en el espacio de trabajo y la automatización de los puestos de trabajo pone nerviosos a los trabajadores. Una encuesta actual realizada en la Universidad del Sur de California y la Escuela de Negocios ESCP afirma que la inteligencia artificial se convertirá en un guardián de un nuevo tipo de trabajo, que requiere que tanto humanos como máquinas funcionen de manera efectiva.
Integración de capacidades humanas y mecánicas
La integración de la IA en el lugar de trabajo no es una tarea fácil, ya que no conducirá a una reorganización total de los humanos con las máquinas. Por el contrario, es una ocasión para reinventar los trabajos humanos exentos de las habilidades sobresalientes tanto de los humanos como de la IA. El estudio puede haber sido realizado por la Universidad del Sur de California, que demostró que si bien la IA proporciona la mejor previsibilidad y más eficiencia, el toque humano aún ayuda a garantizar un resultado excelente. Se cree que esta combinación de humanos y robots alinea la mejor aplicación de la inteligencia artificial en entornos empresariales.
Según el informe de ESCP Business School, la IA haría que los humanos fueran aún más ciegos emocionalmente ante la situación, que tendrían que monitorear e intervenir. Sin embargo, la IA admite que se pueden obtener eficiencias mediante la racionalización de los procesos y, a su vez, puede liberar a los trabajadores humanos para que se ocupen de los problemas y aporten sus emociones donde más se necesita. Según el informe, el trabajo en el futuro probablemente se clasificará en tres tipos: aunque la inteligencia pueda parecer inmune a la IA, esto la hace vulnerable en tres áreas amplias, a saber, como mano inteligente en el trabajo físico, mente inteligente en el trabajo cognitivo. , y un corazón inteligente que trabaja emocionalmente.
El futuro de la tecnología y las preocupaciones éticas
La IA es un trampolín en muchos sentidos y tiene muchos aspectos positivos, pero su desarrollo tiene sus efectos no deseados. El primer problema es el riesgo de que se reemplacen capacidades humanas básicas, como la memoria, la atención y la precisión en el manejo de objetos. El documento ESCP destaca la importancia de comprender y preservar la inteligencia humana, que se estructura en tres niveles: habilidades como el uso de las manos, el examen de problemas y la creatividad, y el enfoque sistémico y el nivel de holismo.
Ahí radica la dificultad de aplicar la IA de una manera que se combine con dichas habilidades humanas, dando a la tecnología un efecto de refuerzo, no un efecto de desplazamiento en la fuerza laboral. Las organizaciones deberían crear protocolos que coordinen la integración entre la IA y las capacidades humanas y también, hasta cierto punto, desarrollar estas habilidades dentro de las personas.
Mejorar las habilidades de la fuerza laboral para un futuro integrado en la IA
Esta demanda también la escuchan los ejecutivos de la industria que piden una reforma educativa, ya que están convencidos de que, si bien la IA ciertamente transformará los empleos, no significa que los empleos se eliminarán por completo. Por lo tanto, es más importante romper con el reciclaje tradicional y, en cambio, abordar las cuestiones del empleo adecuado de los seres humanos en un mundo de robótica.
A medida que la línea humano-máquina sigue siendo exigente, cada vez está más claro que la fuerza laboral necesita progresar mejor y sus conocimientos también deben mejorarse. Se debe tener el debido cuidado al introducir dicha IA en el lugar de trabajo para evitar la disminución de las habilidades humanas necesarias, permitiendo a los empleados tener la capacidad no solo de interactuar con la IA sino también de mejorar sus habilidades a través de la educación y la adaptación.
El cambio actual en el mapa relacional del trabajo es el resultado del desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial. Eso nos obliga a reconsiderar el desarrollo de habilidades y la forma en que se implementan. En ese sentido, al lograr el avance mutuo de la inteligencia humana y mecánica, las organizaciones pueden aprovechar al máximo la IA para aumentar la eficacia y mejorar la innovación. Paralelamente, el desarrollo y la multiplicación de las capacidades humanas se convertirá en la tarea más urgente para una fuerza laboral que se encuentra actualmente en medio de una revolución.
Se necesitan perspectivas mejoradas por la IA para adaptarse y conformar la supervivencia y la prosperidad en este mundo de alta tecnología. Es una necesidad responder a los cambios laborales que conlleva el creciente papel de la IA como propietario, tanto en las prácticas comerciales como en las instalaciones educativas. Las instituciones educativas, tanto escuelas como universidades, deben orientarse hacia la transferencia de conocimientos en lugar de formar estudiantes con habilidades pertinentes para el prometedor y sin precedentes desarrollo tecnológico. Serían necesarias habilidades proactivas y de aprendizaje permanente junto con un desarrollo continuo de habilidades para que los trabajadores permanezcan en la cima de su línea de negocio.
Este artículo apareció originalmente en Cybernews.