Un ataque de denegación de servicio (DoS) es una amenaza cibernética que interrumpe el funcionamiento normal de un servidor, servicio o red objetivo al abrumarlo o su infraestructura circundante con una avalancha de tráfico de Internet. Los ataques DoS se encuentran entre las formas más antiguas de ciberataques, se remontan a los primeros días de Internet y siguen siendo una potente amenaza en la actualidad.

Cómo funcionan los ataques DoS

1. Ataques basados ​​en volumen: estas son las formas más comunes de ataques DoS. Aquí, el atacante pretende saturar el ancho de banda de la red de la víctima con una gran cantidad de tráfico inútil. Los ejemplos incluyen inundaciones UDP, inundaciones ICMP y otras inundaciones de paquetes falsificados.

2. Ataques de protocolo: los ataques de protocolo explotan una debilidad en los protocolos de conexión de capa 2 o capa 3. Consumen recursos reales del servidor o de equipos de comunicación intermedios, como firewalls y balanceadores de carga. Las inundaciones SYN y Ping of Death son ejemplos de ataques de protocolo.

3. Ataques a la capa de aplicaciones: son más sofisticados y apuntan a servidores y aplicaciones web. Requieren menos recursos del atacante pero pueden ser muy potentes. Un método común es la inundación HTTP.

Objetivos y consecuencias típicos

Los ataques DoS pueden apuntar a cualquier entidad con presencia en línea, pero comúnmente afectan sitios web de organizaciones de alto perfil, como sitios web bancarios, de medios, políticos y comerciales. Las consecuencias de estos ataques pueden variar desde interrupciones temporales del servicio hasta el cierre total de un servicio empresarial, lo que provoca pérdidas financieras y daños a la reputación de la marca.

Medidas preventivas contra ataques DoS

1. Sobreaprovisionamiento de ancho de banda: no es una solución completa, pero tener más ancho de banda del que normalmente necesita puede ofrecer un amortiguador contra ataques DoS basados ​​en volumen.

2. Defender el perímetro de la red: el uso de herramientas como firewalls, enrutadores y soluciones de filtrado web puede ayudar a rechazar el tráfico identificado como ilegítimo.

3. Arquitectura de red robusta: tener una arquitectura de red bien estructurada con conexiones redundantes y conmutación por error automática puede reducir el riesgo de ataques DoS.

4. Comuníquese con su ISP: su proveedor de servicios de Internet podría ofrecerle ayuda para mitigar un ataque en curso redirigiendo el tráfico o bloqueando IP maliciosas.

5. Soluciones de seguridad basadas en la nube: muchas organizaciones subcontratan su seguridad cibernética a servicios especializados de terceros que pueden absorber y dispersar ataques DoS.

Recordar

Los ataques DoS son una grave amenaza para las operaciones en línea y pueden causar grandes interrupciones. Comprender la naturaleza de estos ataques y tomar medidas proactivas puede ayudar a las organizaciones a protegerse contra posibles daños y garantizar la continuidad del servicio.