El peor síndrome en criptografía es el de la “horrible percepción del dinero”.

“¿10K? Eres pobre”

“¿50.000? Miseria"

“¿100.000? Nada relevante”

“¿500.000? No eres millonario”

Los memecoins, las travesuras de los estafadores y toda la cultura criptográfica han inculcado la idea de que una determinada cantidad de dinero nunca es suficiente.

Todos pierden el tiempo flexionándose y mostrando cuánto ganaron, como una pasarela de moda que atrae el asombro y fomenta juegos de alto riesgo.

Esta actitud surge porque la gente no puede darle el verdadero “peso” a cada dólar y por eso valoro todo lo que gano en términos de TIEMPO.

Esa es la moneda que uso.

“¿1000$?” el salario medio de un empleado que trabaja 8/9 horas al día.

“¿10.000$?” menos o más el salario de un año entero.

"¿100.000 dólares?" 10 años.

Me recuerdo a mí mismo que lo que me arriesgo a dejar sobre la mesa no es algo materialista que pueda flexionarse.

Lo que me arriesgo a irme es el tiempo que no vuelve.

Tiempo que otra persona mataría por tener.

Una vez que ingresas a esta mentalidad, ya no eres víctima de los “flexores”, sino que comienzas a desarrollar el Sharingan que te permite ver lo que otros no pueden ver: la realidad.